Aukeratutako atala ◊ Jon Nikolas Lpez Ituño ◊

• Jueves, Enero 05th, 2017

Jon le da mucha importancia a la versión del “Padre Nuestro” aparecida en Iruña-Veleia ya que coindice con la de Leizarraga, Azkue y Arana y no con la de Betolatza:

La transliteración y traducción que se hizo al euskara, tanto por Jean Leizarraga (1571) como por Juan Pz. de Betolaza (1596), se consideraban las primicias. No obstante, en los grafitos de los trabajos de Lurmen en IRUÑA-Veleia se ha recogido un texto más antiguo. Nada menos que doce siglos antes, ya que estaríamos ante el significado y la prueba de una catequesis cristiana en el recinto de las excavaciones de una ciudad del siglo IV al V que menciona el Pater Noster en euskara.

Ponencia

10-Jon_Nikolas_Lopez_de_Ituiño Transliteración del Pater Noster al euskera

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• Jueves, Julio 23rd, 2015

Jon Gorriño

Nuestro país aparece cada vez con mayor frecuencia en el contexto mundial, debido a que de un modo u otro nos vemos obligados a viajar cada vez más.

Pero, con qué denominación hemos sido conocidos en el pasado? El geógrafo griego Estrabón menciona  a los Vascones. Entre los historiadores romanos Tito Livio y Plinio el Viejo diferencian el “Vasconum Ager” del “Saltus Vaconum”, dentro de los límites territoriales.

Al comienzo del siglo IV, Paulino de Nola utiliza la denominación de Vasconia en algunos intercambios epistolares.

Unos cuantos siglos más tarde, concretamente el año 1060, el Beato de Saint Sever en Aquitania construye un mapa del tipo T/O donde identifica entre otras naciones europeas el Reino de Pamplona de Sancho III el Mayor con el nombre de UUasconia.

Más adelante el Reino de Pamplona se convertirá en el Reino de Navarra, y aparecerá con esa denominación en una cartografía muy amplia.

Llegado el Renacimiento William Shakespeare continúa con esa denominación en la comedia “Love’s Labour’s Lost” llamándole “Navarre”. En esta misma época, en el Nuevo Testamento de Ioannes Leizarraga aparece la denominación de “Euskal Herria” y Juan Perez de Lazarraga utiliza la de “Eusquel Erria” en su célebre manuscrito.

El nombre de Euskal Herria se utiliza con frecuencia en la actualidad, y si se acepta como denominador de este pueblo a este concepto étnico-cultural-lingüístico, tiene gran importancia el realizar una traducción correcta a los idiomas que utilizamos con mayor frecuencia.

Para comenzar veamos cual podría ser la traducción más idónea al inglés. De entrada las 250 naciones que existen en el Planeta, ninguna lleva el término “Country” en su denominación. Esto apunta hacia la no idoneidad de la denominación “Basque Country”.

Con el objeto de marcar el territorio con mayor fidelidad podría utilizarse, por ejemplo, el término “land” tal como lo hacen países como Finland, Greenland, Ireland, Netherland, Poland, Switzerland, etc. Algunos de estos países adoptaron este sufijo “land” procedentes de los idiomas germánicos en la época que estuvo de moda el nacionalismo romántico alemán, en el siglo XIX. Otros como Holanda e Islandia, etc., construyeron su denominación con anterioridad pero el origen de la terminología sería el mismo.

Podríamos realizar un estudio profundo sobre si dicho sufijo “land” tiene su origen en el euskera, ya que se trata de un topónimo extendido en Euskal Herria y en aquellas áreas donde se hablaba el euskera. Es posible que el euskera actual sea el eco de aquellos idiomas vascónicos que hablaban nuestros antepasados en el occidente de Europa, tal y como dice el lingüista Theo Vennemann; o como indica el investigador Félix Zubiaga, no sería justo negar a nuestro pueblo la terminología que hemos facilitado gratuitamente a otros países.

Por todas estas razones, el sufijo –land(a), es a nuestro parecer mucho más adecuado que “Country”. En consecuencia sería más correcto utilizar “Basqueland” al mencionar a Euskal Herria en inglés, dejando a un lado la denominación de “Basque Country”.

Jon Nikolas Lpez de Ituño

Euskararen jatorria viene exponiendo su particular enfoque de los trabajos de presentación del estructuralismo en Euskal Herria tratando de exponer una nueva cara del análisis de nuestro pasado lingüístico en busca de un futuro para el euskara. El trabajo es complejo porque hay que vencer distintos grados de resiliencias de los sanedrines instituidos: principalmente, de perspectiva, miopías y rutinas tradicionales que deforman la lengua, cuando ésta es un sistema donde las partes tienen tanta importancia como las funciones que desempeñan en el pensamiento de los pueblos.

La forma de abordar la tarea lleva desde el estudio de las raíces –los elementos nucleares que Jabier Goitia recoge cuantitativamente en su libro “El ADN del euskera”–  a las matrices que de manera cualitativa constituyen las células base de las oraciones nucleares de un pensamiento descriptivo.

El método del estructuralismo entra en el estudio histórico de la lengua y su descripción en cierto momento de su desarrollo reconociendo la dicotomía sausseriana: sincronía y diacronía. El documento más apreciado para comprender este proceso está en el estudio de la toponomástica: toponimia, hidronimia, oronimia y onomástica, que nos traen las voces que la lengua considera como un fenómeno descriptivo de una geografía (o una mitología) con categoría de comunicación social donde está tanto el significado como la designación precisa.

Euskararen jatorria viene exponiendo su particular enfoque de los trabajos de presentación del estructuralismo en Euskal Herria tratando de exponer una nueva cara del análisis de nuestro pasado lingüístico en busca de un futuro para el euskara. El trabajo es complejo porque hay que vencer distintos grados de resiliencias de los sanedrines instituidos: principalmente, de perspectiva, miopías y rutinas tradicionales que deforman la lengua, cuando ésta es un sistema donde las partes tienen tanta importancia como las funciones que desempeñan en el pensamiento de los pueblos.

La forma de abordar la tarea lleva desde el estudio de las raíces –los elementos nucleares que Jabier Goitia recoge cuantitativamente en su libro “El ADN del euskera”–  a las matrices que de manera cualitativa constituyen las células base de las oraciones nucleares de un pensamiento descriptivo.

El método del estructuralismo entra en el estudio histórico de la lengua y su descripción en cierto momento de su desarrollo reconociendo la dicotomía sausseriana: sincronía y diacronía. El documento más apreciado para comprender este proceso está en el estudio de la toponomástica: toponimia, hidronimia, oronimia y onomástica, que nos traen las voces que la lengua considera como un fenómeno descriptivo de una geografía (o una mitología) con categoría de comunicación social donde está tanto el significado como la designación precisa.

(NOTA: sobre la denominación de Switzerland, hay una precisión que se hace necesaria resaltar en cuanto que los propios suizos se reconocen en la herencia étnico-lingüista del asentamiento celta y germano:

Schweizerische Eidgenossenschaft
Confédération suisse
Confederazione Svizzera
Confederaziun svizra
Confederación Suiza


En el cuadro que recoge la evolución de la humanidad en los últimos milenios, primero se expone la clasificación de tres razas que se desarrollaron en la geografía de su adaptación: 1. etiope, población aclimatada a las condiciones de supervivencia por debajo del Trópico de Cáncer; 2. paleártica, población al N del Trópico de Cáncer, hasta el meridiano 90º E; 3. oriental, población al N del Trópico de Cáncer entre los meridianos 90º E a 180º E. A la especie del homo sapiens sucedió la especie del homo sapiens sapiens, nuestra especie con las razas históricas.

Las capacidades del lenguaje del homo sapiens evolucionaron desde la expresión gestual y por señas al balbuceo oral durante el Paleolítico Medio; con la aparición emergente de la especie del homo sapiens sapiens hacia el final del Paleolítico Medio, en el rigor del clima mas extremo, el lenguaje oral se hizo esencial.

La progresiva ampliación y capacidad del lenguaje impulsó el avance exponencial del desarrollo acelerado de la Humanidad. Fue desde la adquisición y expresión del pensamiento con el lenguaje oral del homo sapiens sapiens cuando se manifiestan los más antiguos registros de signos parietales y pinturas rupestres; hasta la constatación mediante signos con cierta determinación, para consignar el pensamiento humano con la escritura.

Sobre este término tan importante puede consultarse la charla de Jon de Zestoa:

06 Jon_Nikolas_Lpez sw Ituño: Los estratos de la lingüística: el caso del término landa

Jabier Goitia

El investigador no puede estar exento de abstracción ni de intuición, porque si le faltan esas cosas se queda en “administrador” y muchos creen que el leer mucho y estar apadrinado por el “consenso académico” ya les da estátus de científico.

Las edades de oro paleolíticas coincidieron con las presencia de grandes manadas de bóvidos y otros herbivoros en las llanuras europeas cuando tras la retirada de cada glaciación (ojo, hubo más de 180 pequeñas glaciaciones), la tierra llana respondía con plantas de tamaño bajo que se prolongaban por cientos de años  hasta que los árboles volvían a dominar, haciendo de las llanuras una especie de “oeste de los bisontes” una despensa inmensa.

“land” vendría de “landa” y ésta de “laun-ta” (las llanuras):

“land” hori germaniar jatorria ematen zaiona gaurko kultura izakera bakoan, oro euskalduna da; bere izen zaharra, “laun-ta” da eta esanahia, “las llanuras” da, mendi lerro eta lur latzen opozizioan. Denboraren ibiliz, bigundu eta laburtu egin da “landa” eman arte. Erderazko iztegietan, landa, iñartegien ahantzeko landaretza da, baina ez dago dudarik, erderak, milaz eta milaz berben bezala euzkeratik hartura dela.

Jon Gorriño

Una magnífica exposición. La divulgación de este trabajo constituirá un gran avance, si por ejemplo se logra que los alumnos de la Universidad Pública, al hacer prácticas en otras instituciones en el extranjero, digan algo así como ” I’m from the University of Basqueland”.

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• Lunes, Noviembre 30th, 2020

Jon Nikolas ha publicado dos artículos proponiendo que los topónimos que acaban en -IKA no tienen por qué venir del latín tal como propone Patxi Salaberrik

NUEVO PARADIGMA O1

ANTE EL NUEVO PARADIGMA F-L-V

El rigor que pedía Azkue para aceptar la antigüedad de un vocablo, así como su significado, exigía la prueba firme confirmada por el propio euskara. En esta dirección de poder presentar la prueba cuando no hay documento escrito que alcance el origen del euskara/eskuara, tenemos la reflexión de Ramón Menéndez Pidal, sobre un tiempo más cercano. En un artículo suyo (“Tres épocas de romanización”, 1918), valoraba la riqueza de la toponimia de Euskal Herria: Gran parte de la historia del vasco está archivada en los nombres de lugar; donde se conservan fósiles de la lengua primitiva que no dejaron de sí otra memoria alguna; así que la toponimia comparada de las regiones que son o fueron vascas nos han de revelar condiciones especiales de léxico, de gramática y de geografía imposibles de estudiar en otro documento escrito.

La profundidad de la toponimia y su asentamiento documental y cartográfico, permite estudiar fenómenos fonéticos por el significado ajustado a su designación. Sin embargo, P. Salaberri reclama el potencial de la disimilación de consonantes vocales para descubrir los enlaces que permiten resolver las mutaciones y pérdidas de algunos de nuestros topónimos para iluminar su oscura significación por medio del latín.

El alcance no tiene profundidad lingüística, porque gracias al artificio del asterisco (*) cualquier solución es posible. Unas veces en latín y otras en romance, según dicen, se produjeron unas diferencias entre dos sonidos de unas palabras para evitar una repetición incómoda; o simplemente por evolución de ahorro fonético diacrónico. Ansí, así debió resultar con viginti perdiendo la /g/ y fundiendo las dos /i/ en una única pronunciación vocálica; el resultado de la ecuación es viginti > viinti > veinte, como de diceban resultó dicia para terminar diciendo, decía. Esta figura entendida como disimilación no sólo puede producir un cambio de vocales o consonantes, como la eliminación de un sonido (es evidente en viginti), sino también la transformación de un morfema (independiente o dependiente), como es el caso de aratrum (lat.), arada (cat.), arado (esp. y port.).

Menendez Pidal y Angel Irigarai (1918 y 1932)

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• Miércoles, Marzo 06th, 2019

Este sábado 9 de marzo vamos a juntarnos en Barrika para oir de primera mano las teorías de estos 3 investigadores que llevan muchos años trabajando el  tema del origen del euskera. Una de las charlas, la de Jon Nikolas, será en castellano.

Felix Zubiaga Legarreta ha publicado más de 20 libros y ha ganado también algún premio literario con sus trabajos. Ha desarrollado una teoría basada en 7 arquetipos que son, en su opinión, la base de la creacción de las palabras. Joseba Mintegi, como entrevistrador, le irá preguntando sobre dicha teoría.

-Vascuence y mitoanálisis
-Euskararen ereduak
-Jainkoa eta gizakia euskararen oroitzan
-Euskal mito-erritoak eta euskara
-Apellidos y nobleza
-La onomástica, oído de la prehistoria o el vascoeuropeísmo
-Analogía, arte del lenguaje, según el vascuence
-Antiguo Testamento del vascuence
-Euskararen jakinduria
-Euskara mito bizia
-Origen y desarrollo del lenguaje (según el vascuence)
-Zuzentza eta eskubidea euskararen oroitzan
-Euskara bere bitan (psikoaztertuz)
-Vascuence, inconscientecolectivo
-Amarekin topo
-Diccionario Etimológico según el vascuence Hitzen jatorria
-Ama Jainkoa
-Ama eskolako hizkuntza orokorra
-Iruña-Veleia bizirik
-Iruña-Veleia el calvario de Euskal Herria

Jon Nikolas Lopez Ituiñokoa ha publicado 5 libros y se ha centrado más en el origen del lenguaje y también en  el nicho ecológico que va desde Asturias hasta el Perigord, que  durante 50.000 años ha conformado una pueblo del que los vascos seríamos su continuadores. Xabier Rentería será la persona encargada de realizarle las preguntas para ir comprendiendo sus propuestas.

Orígenes del lenguaje oral y del euskara-eskuara
La arquitectura de las naciones
El surco de babel
Orígenes del lenguaje oral y del euskara/eskuara  Liburuaren aurkezpena
Vasconia emergente, entre la cristiandad y el Islam ” (laster kalean)

Jon Goitia Blanco sigue la estela de su padre y hermano Jabi y estudia la toponimia, sobre todo las rocas, que en su opinión son el referente principal de la toponimia en zonas  como la península ibérica. Su libro “España es palabra vasca” deja ver que sin el euskera sería difícil comprender muchos de los topónimos peninsulares:

Índice-de-contenidos

1. Presentación

2. Errores de los de La Vasca

3. La vid, el vino y el aceite

4. Algunos animales

5. La luna

6. El mar

7. Las fallas

8. Mitxelena

9. Fantasmas

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• Jueves, Marzo 01st, 2018

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• Jueves, Diciembre 07th, 2017

Eduardo Aznar: Tierras, gentes y voces, El legado del euskera riojano. (en el stand de Pamiela)

Jose Mari Ugaldea: Euskal Toponimia munduan. (en stand de Autoedizioa)

Juan Martin Elexpuru: Euskararen aztarnak Sardinian? .  En el stands de Badihardugu

Jon Nikolas: Orígenes del lenguaje oral y del euskara/eskuara. (en el stand de Nabarralde)

Sobre Iruña–Veleia (en el stand de Nabarralde el 2. y 3.)

Hector Iglesias en Amazon

Paral comprar el libro en papel En ebook

El libro de Bittor Kapanaga que recopila 4 trabajos suyos (en Badihardugun 0 Gerediaga)

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• Domingo, Julio 03rd, 2016

Jon Nikolas en su libro “Una Geografía propia del euskara” explica que el nacimiento de este río se llama Ureta, se junta en Basauri con el Ibaizabal en el lugar denominado Urbi y los dos se abrazan al Abra en un lugar llamado Urbina. Propone que tal vez el topónimo venga de Urbion al estar como el de Soria, en la divisoria de aguas. No cree que sea un hidrónimo romano ni celta:

Nervion_Urbion

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• Viernes, Junio 24th, 2016

Jon Nikolas Lopez de Ituiño: La forma Geure Ata y no Ata gurea aparecida en Iruña-Veleia impulsa la veracidad de los grafitos

Viendo las palabras (ATA y GEURE) y el orden sintáctico, podemos decir que el texto de Iruña-Veleia encaja perfectamente en lo que podíamos esperar en esa época y resulta muy difícil que un falsificador que desconoce el euskera pudiera escribirlo en este orden.

Por un lado, GEURE es de uso general en el ámbito del euskara occidental y es frecuente entre los autores labortanos del s. XVII y principios del XVIII (Mitxelena). Está documentado en siglos posteriores por autores de toda Euskal Herria siendo GURE un metaplasmo de ahorro fonético. El orden de relación prepositiva se mantiene diacrónicamente en la formación de nuevos conceptos: GEUREGANATU, «adherirse a nosotros», «asociarse»; GEUREGANATZE, «apropiación (por nosotros)…

Por otro lado, la voz palatizada ATTA, según recogió Azkue, se extendía a los territorios de Nabarra Garaia (NG), Gipuzkoa (G), Laburdi (L), Erronkari (ER). En B (Bizkaia) no suena así, sino AITA.

Finalmente casi lo más importante lo encontramos en la sintaxis. Y, sin duda, también era el pensamiento, ajustado a su fonética de rasgos inherentes al genio de nuestra lengua, lo que vemos en las ostracas de IRUÑA-Veleia: GIIVRII  ATA / YAVEH…  En 21 de las 24 versiones del Padre Nuestro en euskera recogidas por Jose Antonio Arana Martija se observa el mismo orden de la versión de Juan Pz. De Betolaza de 1596 que utilizó el “Aita Gurea” con el mismo orden que en latín (Pater Noter). Sin embargo en Iruña-Veleia observamos el orden natural del euskera (posesivo+nombre): Geure Aita, orden propuesto solamente por Leizarraga (1571), por Azkue  (1896) y por Sabino Arana (1901) que no tuvieron éxito. Tal vez sea hora de recuperarlo.

16_Jon_Nikolas_Lopez_de_Ituiño (resumen y ponencia)

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• Jueves, Junio 02nd, 2016

En el último Pleno de Política general en el Parlamento, el Lehendakari Urkullu acuñó una singular denominación para la CAV donde pide ser reconocida como Nación Foral (NF). Las definiciones de los políticos son atrevidas y, sin mayor contenido, ambiguas. En el discurso, la brújula sin norte, nos lleva del Think tank postmoderno a la (NF) de antiguo cuño.

En el Parlamento en las Ondas de Radio Euskadi (26/09/15), los partidos constitucionalistas, tanto el PP como la franquicia del PSOE, han arremetido con virulencia contra el intento de singularidad resaltado por el Lehendakari. Oír hablar de Fueros y singularidad enciende la hoguera de la indignación de los constitucionalistas; es como arrimar la llama a la gasolina. Su explosión verbal es consecuente con su progresía y su ignorancia, considerando privilegios aquello que son normas de convivencia y respeto, que datan de cuando datan.

El Fuero es la norma donde se reflejan las leyes, sean escritas o no; y por consiguiente, en su sentido más estricto, son anteriores al brillo del privilegio adquirido a la luz mortecina de la Edad Media. El Fuero es la propia Ley surgida de la costumbre para sancionar y corregir actividades y conductas, públicas y privadas, que lesionan los intereses de la colectividad. Como se reconoce en el Fuero General de Navarra, el Fuero es la norma que prueba que las leyes fueron antes que los reyes.

El derecho de gentes, nace de la costumbre que se hace norma de convivencia por la repetición de actos considerados lícitos por la comunidad. Cuando la norma se hace explícita se legitima el derecho de todos; y aparece lo que es legal, la ley, para sancionar y prohibir actos que se juzgan perjudiciales y en detrimento del interés general para el conjunto de la comunidad. Las normas primordiales de la formación de conductas individuales pertenecen a los conceptos morales cuyo significado, según Cicerón, es la palabra latina mores, ‘las costumbres’.

La elocuencia de Marco Tulio Cicerón hizo de él el letrado del Foro romano temido por su erudición y el contenido de su verbo. Para Cicerón mos, moris, es la matriz latina que significa ‘costumbre’, ‘uso’, ‘práctica’; ‘el derecho introducido (por la costumbre) y no escrito’, es, precisamente, ‘la ley’. La constatación del hecho de una costumbre consuetudinaria no escrita marca el origen de la misma objetividad del fundamento en que se basa el respeto en el grupo y la relación de convivencia.

Sin embargo, desde la teoría del Estado moderno, las normas jurídicas se diferencian de las normas morales, distinguiéndose por su finalidad, su forma, su eficacia, aún cuando tienen su justificación en el mismo origen. Las normas jurídicas pretenden proteger y garantizar determinados comportamientos colectivos, presentes y futuros, con base en la legalidad que se reconoce desde la legitimidad asentada en el pasado. Legalidad y legitimidad no son conceptos que puedan ser usados a conveniencia en una confusión semántica interesada.

En Bizkaia, la palabra BATZAR (B), «junta, reunión», «asamblea», viene de lejos, marcando un lugar de «ancianos de reunión» para ratificar el buen uso de las costumbres; es en el pensamiento de Euskal Herria el concepto que reconoce el lugar de la «junta, reunión», «asamblea», BILTZARRA, donde interviene el rango de la edad por su juicio ponderado. La filosofía del derecho público y privado de los romanos se forjó en el forum que comenzó recogiendo los usos y costumbres de los primitivos habitantes de Roma. El Forum era el espacio de la ‘plaza pública’, el ‘mercado’, que luego pasó a ser el lugar del ‘juzgado’, del ‘tribunal para administrar justicia’ siguiendo la costumbre mantenida por ‘ellos mismos’.

Lo que elevó el espacio de ‘plaza pública’ a la categoría de Foro romano (lugar de la curia y cuanto se refiere al ejercicio del derecho y sede de los Tribunales), fue la continuidad de recurrir a la ley de conciliación, según la costumbre, para la sanción de los conflictos de intereses. Aquello que los griegos nos proporcionaron con el lenguaje de la teoría política (democracia, monarquía, tiranía, satrapía), los romanos legaron con la práctica política que impusieron desde el Foro. Así es como el Foro de Roma se institucionalizó en el lenguaje como el lugar de las Leyes de Roma y los Fueros como Constitución de los romanos.

Los fueros se conjugan en función del verbo latino SVM, ‘ser’, como verbo transitivo que precisa de un complemento directo, cuyo predicado expresa lo que se afirma como ‘propiedad’ del sujeto romano. Su soberanía.

El derecho para los romanos era todo lo que se ajustaba a la jurisdicción del Foro. Por el Fuero romano se imponían también las leyes de conquista. Una posesión colonial romana fue la provincia; una organización territorial que circunscribía sus avances de conquistas a la definición que se ajustaba al contenido y significación del concepto político, como precisó Cicerón: provincia, ‘país de conquista’, cuyos nexos semánticos se relacionan con provinco, ‘vencer de antemano’, ‘vencer con antelación’ (vinco, según César, ‘vencer’, ‘ser victorioso’, ‘ganar la victoria’; con preposición de ablativo, pro, ‘según’, el significado de pro-vincia, es la designación territorial de contenido político y militar; es lo que dijo Cicerón: ‘país de conquista’; lo mismo que para César: ‘según se sea victorioso’.

Una vez establecido el objetivo de la conquista romana la tarea de sus generales era vencer al pueblo que se opusiese a Roma. El texto de César, in provinciam redigere, ‘reducir (el territorio) a provincia’, o bien, ‘a modo de provincia’, es llevar la imposición con la invasión a favor del derecho del vencedor. Esto era quitar a la nación vencida sus fueros, sus leyes y gobierno, y sujetar el territorio a las leyes de Roma, a un magistrado romano, haciendo de los vencidos –por la conquista– gentes tributarias de Roma.

Hoy hay quienes desprecian los fueros sin conocer su contenido ni su origen; cuando, sin embargo, hay que seguir leyendo en la historia para corregir el camino del imperialismo destructor de soberanías económicas y nacionales donde se pisotea la igualdad humana.

Con el Fuero, entendido como regla y norma de calidad humana y no como privilegio de unos pocos entre los escogidos, se dictamina la justicia y razón de aquello que es válido para todos. Con la ética de compartir se desarrolla un grado sorprendente de igualitarismo donde la mayoría de los problemas humanos deberían resolverse antes de que se conviertan en amenaza para la armonía social y la paz mundial.

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• Miércoles, Mayo 25th, 2016

Jon Nikolas:

Al parecer, bajo la balsa de aceite de la pax romana, en el Bajo Imperio existieron fuertes inquietudes sociales de contestación violenta. Estos movimientos armados surgieron en los territorios de Aquitania antes de establecerse  en ambas vertientes de la columna vertebral de Euskal Herria o Eskual Herria. Tanto en los territorios septentrionales como meridionales de sus PYRENÆVS (AUÑAMENDI, BORTUETA) donde gentes bagaudæ habían mantenido su rebelión contra el Imperio. Luego en toda la periferia del territorio de Vasconia consolidado con la bagaudia, de cuyo interior salieron numerosas partidas de vascones y gascones que ofrecerán una obstinada resistencia a francos y visigodos más tarde. Para los autores romanos los bagauda o bagaude eran ‘gentes agrestes que se alimentan del robo’; para ellos, eran campesinos galos que se sublevaron contra Roma durante el siglo III. Después de que se apoderaran de varias plazas fuertes romanas y saquearan numerosas ciudades, en el año 280 Maximiano aseguró que había aniquilado tales bandas.

La ruptura del Imperio romano entre Occidente y Oriente impuso entre ambos Estados una frontera donde el límite de las partes se consolidó al finalizar el año 395. El primogénito de Teodosio I, Arcadio (395-408), se estableció en Oriente, mientras Honorio, entre 395 y 423, fue el emperador de Occidente que no pudo contener las invasiones bárbaras. Las grandes invasiones de los germanos durante el siglo V desestabilizaron el poder imperial. Junto con esta coyuntura externa, los movimientos sociales de la bagaudia frenaron la romanización y provocaron el caos político en ambas vertientes de los Pyrenæus, AUÑAMENDI o BORTUETA.

Con anterioridad, en tiempos de Diocleciano (284-305), desde que tomó el poder del Imperio, los historiadores latinos reconocen que la bagaudia (bagaudicus, ‘lo perteneciente a los ladrones bagauda), cometían toda suerte de excesos y robos en la Gallia. Hasta las invasiones de los bárbaros germanos, a finales del año 406, cuando suevos, vándalos y alanos, cruzaron el Rhin, la “Crónica” de Hidacio (395-470) es la referencia que recoge las cercanas noticias de los bagaudas.

Este movimiento social ha sido pobremente estudiado. Sobre todo por  su influencia en regiones septentrionales de la Península, precisamente en las zonas menos romanizadas por su falta de integración y la persistencia del euskara o eskuara; las relaciones de su aparición en ambas vertientes de los Pyrenæus, AUÑAMENDI, BORTUETA son las noticias que ofrece de primera mano Hidacio. Es importante su tenaz reacción como bandas armadas en el interior del Imperio; sobre todo, porque representa la permanencia de un término para definir a unas gentes, tanto en las Gallias como las Hispanias, tras la afirmación de Maximiano de su total aniquilación un siglo antes.

La insurrección y la protesta generalizada y sangrienta, extendida por los diversos territorios de la antigua Euskal Herria o Eskual Herria, como ya se ha dicho, desencadenó la intervención militar de Roma. Según sostiene A. Thompson en “The End of Roman Spain”, los bagaudas no eran simples cuadrillas, sino algo más que eso. Si en un principio actuaron en territorio de Aquitania arrasando ciudades (y según diversos historiadores todas las sedes episcopales de Novempopulania: Beneharnum, Oloroe, Akize, Bazas), más tarde sus acciones se desplegaron al valle del IBAIBEHERA, Iberus flv. romano. La audacia de la bagaudia llegó hasta Zaragoza y Lérida y, en el año 449, durante el asalto de Tarazona mataron a su Obispo.

Cuando las incursiones de los bagaudas se extendieron por la provincia Tarraconense, siguiendo el curso del Iberus Flv. latino (nuestro IBAIBEHERA), era el siglo V. Algunos autores, entre los que se encuentran Abilio Barbero y Marcelo Vigil (“Sobre los orígenes sociales de la Reconquista”, Ariel,  1974. Barcelona), consideran estos movimientos como los antecedentes de las luchas de los vascones por su independencia. Entre el comienzo del siglo V y los años finales del siglo XII (cuando Gonzalo de Berceo impulsó la nueva noción del verbo ‘pagar’)  existe un intervalo nada pequeño de alrededor de ochocientos años de al menos cuarenta generaciones.

Para Santiago Segura Munguía el movimiento de los bagaudas era propio de gentes euskalduna o eskualduna, porque sus acciones se desarrollaron en territorio vascón o en zonas próximas al mismo. La procedencia de los grupos bagáudicos, dice, es poco probable (que) estuvieran formados por gentes del Vasconum Saltus, aunque éstas, si hemos de creer a Paulino de Nola, no romanizadas aún, seguían inmersas en un ambiente económico y cultural poco elevado.

Es más verosímil, en cambio, que fuera en la zona del Ager, más romanizada, en donde se fueron incubando las causas socio-económicas que abocaron a la rebelión bagáudica, cuyos protagonistas son pequeños propietarios arruinados por un progresivo latifundismo y por los abrumadores impuestos. Es probable que a estos grupos iniciales se incorporaran algunos habitantes del Saltus, (familiares, trashumantes), alérgicos a la romanización y que, entre todos, formaran un poderoso bloque rebelde, cuya protesta, generalizada y cruenta, provocó la intervención de Roma. Sin duda, Roma protegería a los suyos con la coherencia de acaparar toda la violencia en defensa del Sistema con su ejército.

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