Núria García Quera
Raíces utilizadas en la toponimia: AN y BUR
Esta semana vamos a debatir sobre dos raíces que propone Núria García Quera en su ponencia de las 1. Jornadas de lengua y escritura ibérica de Zaragoza:
Raíz Significado Topónimos con esta raíz
AN Gran Aran, Àneu, Tavascan…
BUR Hierro Burg, Burgal
Felix Zubiaga
AN “cielo” en sumerio, AIN “tanto, altura” en euskera. Como prefijo de topónimos indica esa significación de “elevación”.
Analizando otros ejemplos AR+AN>ARAN “area alta”, AR+ANEKO>Araneko>Arneu, TAVASCAN, composición de TAVASA+KANE. TAVASA de ATA+BASA “paso de abajo” KANE>GANE “sobre”.
En cuanto a los significados, de GARA+AN> GRAN de la toponimia física “cumbre superior” ha devenido a los significados analógicos, como GRANDE, GRANADO. En topónimos persisten formas como GARANA, GARAIN, GARIN, etc.
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BUR contiene doble raiz o arquetipo: B-+UR. B- supone rebaje de humanizazión a un arquetipo superior, como UR o posición inferior en lugar determinado. UR “agua” o cuanto el agua rodea, acerca/ cerca, como el UR, URUK en Sumer. Por extensión, o analogía, “villa, ciudad, habitación”. Ejemplos BURY, BURIAGA/ BURUAGA..
(Una descripción exacta de llugar, comprobable) BURG de BURGO< BUR+-KO>BURGOA, “del Burgo”, BURGAL, composición de de BUR+EGAL “lateral, esquina”, como en PORTU+EGAL> PORTUGAL”puerto del lado atlántico”., de donde los KELTOI “celtas”, GALI “galaicos” etc..
El grupo BUR en toponimia no significa “hierro” BURDINA en euskera que se forma de B-+URDIN “azulado” color que adquieren algunos oxidos de herro.
Antoni Jaquemot Ballarin
ARAN significa “valle” y ARA “llano” ambas no pueden cortarse sus síllabas sin perder el significado. ÀNEU procede de un ÀNABE y ANA significa “dehesa” (Bajo la Dehesa).TAVASCAN procede de *Taba+azkan “el último bosque” (taba, tama y támara = ramaje, en catalán ha dado “tòria”<tauria<tábara con la interpretación de “sarmiento”).
BURG no puede cortarse en BUR porque es otra cosa. BURG es la piedra de donde se extrae el hierro. La lámina procesada en íbero es LAN de donde LANKIA “lanza” y ‘KASTE-LAN’ “herrrero” (los Castelani de Ptolomeo situados en el Ripollés). BUR es una arcilla oscura el buriel (burell en catalán) SUBUR ¿”horno de ceràmica? (’su’ “fuego”)
Eduard Selleslagh
Me parece que BUR podría tener relación con el PIE o un de sus parientes: la raíz *güer- signinifica ‘muy caliente, quemar,…’. La característica más notable del hierro en el principio de la época del hierro fue seguramente la temperatura muy alta (1500ºC) que se necesita para obtener hierro por reducción del mineral (óxido de hierro) con carbon.
La relación con el vasco ‘burdin’ me parece obvia, aunque la segunda parte no me es muy clara, especialmente la -n
Pensándolo bien, me parece que BURG es BUR+ sufijo, que podría compararse con el eusk. -k/gi o -k/gai; es decir: BURG = [piedra] de hierro, o que sirve para hierro.
Carmen Maymó
Perdonar que intervenga brevemente, a cerca del Arquetipo An.
Los Arketipos son unos modelos primordiales de las sabiduría ancestral, me permito decir, divina. Son como unas plantillas tipo, incrustadas
en las lenguas primigenias como la nuestra, la que debatimos en estas paginas. Incrustadas porque así las tenemos en nuestros subconscientes colectivos. El lenguaje, como toda inteligencia, se basa en un orden del universo. De ellos escribió concienzudamente Felix Zubiaga. Libros que se deberían leer.
An, como arketipo, significa lo celeste, lo divino. An-Anu-Inu-Eni es el padre de los dioses y del ser humano. En lo concreto, dentro de la península iberica, puede relacionar al agua, las aguas en especial la de los rios que son las venas de la tierra, Guadi-ana, como puede relacionar las grandes montanas/montañas o mendi-ana como morada de los dioses, como el gigante de los Pirineos, el Aneto, o los propios Andes o el Anapurna.
O las ánades, aves sagradas por excelencia. Y un sin fin de palabras más. O la tierra, aunque no sea plana, como la comarca de Anoia en Barcelona.
Tan divino era el arketipo An, que la Iglesia Catolica, no tuvo más remedio que remarcar la filiación divina de la madre de la Virgen: Santa Ana, sin
dejar atrás al marido San Joaquín o Jakin el sabio. Que por cierto fué ayer su onomástica
En fin, un saludo tras esta digresión.
Víctor Montañés
Hola Carme i Núria,
Las palabras siempre tienen aspectos, partes, facetas, pero las palabras primigenias eran integras, globales, medulares, nucleares. Estas raíces tan pequeñas, y ya no digamos los mismos fonemas (k,b,l,..) tienen el sentido elemental que damos, en el campo de la química, a los elementos básicos: oxigeno, hidrógeno, carbono, etc.
An, se relaciona com lo que esta arriba y encima, y, por extensión, es aquello grande que no se puede ocultar, sino que nos sobrepasa, nos domina, nos aplasta incluso. Las montañas más altas suelen llevar este prefijo. Sobre otro ámbito, aquello que estan encima, y no debajo, “an-verso”, és lo que está más arriba, sobre lo que está debajo, que le sirven de sostén y pie. Es el oponente de “re-verso”. An también referido a la madre, porque “an-” y no “am-” como aun hoy se conserva en muchas lenguas? Porque la “m” parece ser un fonema compuesto de “n-b”, y quizás Ama seria “an-ba”. El hecho que la madre suele estar literlmente ‘encima’ de sus crias, puede ser el significado primario que se le dio a la madre: la que está encima.
Dios, como masculino y femenino, puede que también tuviera este prefijo, especialmente en los pueblos que adoraban a diosas.
Respecto a la raíz “bur” que yo relaciono con “bor” y “for”. Creo que si está relacionado también con el fuego: es-pur-na, pur-ificar, incluso mor-eno, que significa ‘quemado’, ‘tostado’. Puede que el fuego, elemento básico para producir hierro, estuviera presente en muchos pueblos que tenían “fargas”, ‘herrerías”. Aunque, no siempre puede que la relación fuego-hierro este presente en todos los pueblos que se inician con “bur-”. Puede que también tengan que ver con esta ‘fuera’, al lado, pero fuera (“vora”, “fora”, en catalán). Aun no lo tengo tan trabajado, así que voy pensando en ello.
Salut,
Núria García Quera
Investigando la toponimia de mi comarca de estudio (Pallars Sobirà), cuando encuenro AN se refiere a “gran”:
gran punto de vigilancia: ENVINY > AN UI NA
gran desembocadura: EMBONUI > AN BO N(A) UI
gran salida (escapada): ENSEU > AN ES EU
gran origen, principio: ÀNEU
gran roca: TAVASCAN
gran valle: ARAN
etc.
AN, pot lo tanto, es algo superlativo, con lo cual estoy totalmente de acuerdo con Zubiaga (“AN “cielo” en sumerio, AIN “tanto, altura” en euskera”), Carmen (“An, como arketipo, significa lo celeste, lo divino…”, “Tan divino era el arketipo An, que la Iglesia Catolica, no tuvo más remedio que remarcar la filiación divina de la madre de la Virgen: Santa Ana”) y Víctor (“An, se relaciona con lo que esta arriba y encima, y, por extensión, es aquello grande que no se puede ocultar, sino que nos sobrepasa, nos domina, nos aplasta incluso”).
Y sí, efectivamente, coincido con Carmen. Yo también estoy encontrando que cada una de estas raíces puras, básicas, simbólicas, eran algo sagrado que, después, con el cristianismo, se quiso sincretizar.
Jose Luis Aleman
AN y BUR analizados desde el contexto lingüístico ibérico nos lleva a hacer un inevitable análisis filológico basado en la reconstrucción del proto-euskera, labor en la que están empeñados muchos estudiosos y en la que se han aventurado muchas hipótesis, algunas bastante fundamentadas, y otras que no lo son tanto.
AN está formada del sonido vocálico A que denota importancia, manifestación y fuerza. N es la energía de la mente modulada de tal modo que indica una acción propia o personal. La N es la interpretación que da la mente a un fenómeno, cosa o acción que sucede y también una acción propia que solo puede hacer uno mismo (como comer, beber, andar, coger, etc…). AN es, según el supuesto que expreso aquí la interpretación de algo grande, poderoso, fuerte, que nos supera. ANDI (la forma original del actual “Haundi”) es la cualidad manifiestamente poderosa de un objeto que le hace destacar sobre otro. La D, si está conservada según su sonido original (ojo que en euskera la T después de N muta a D). ANTI es construcción (artificial, pues ha sido diseñada por la mente de un ser) y poderosa o sobresaliente (AN).
En cuanto a BUR debo entender que la R final es fuerte y no débil, esto es importante pues hay diferencia en su posible significado. B es una vaina, un cuerpo, un vehículo portador de vida. No es la semilla en sí, sino el envoltorio. UR se interpreta como agua (si bien agua, como he podido comprobar, se identifica más con la vocal Ü), pero no es así si el sonido de la R es fuerte, entonces estamos ante el fundamento de la Tierra, es lo mineral. La R fuerte, la que resuena en RA es el “ruido del motor” que genera la creación, con la U delante denota la placenta, el útero donde se gesta la vida. Que en euskera la palabra “hierro” tenga BURR como sílaba formante seguido de “din”, “dina” o “ne”, etc… significa que estamos hablando de una de las materias madres que conforman la materia. La U también nos explica que es una materia que “vive” en el interior de LURR (la Tierra, término formado por L y URR).
BUR débil es “vehículo en cuyo interior se gesta la creatividad”.
Esta es mi particular interpretación, en respeto a las otras que se han expresado en este hilo de intercambio de conocimientos, las cuales también tienen mi consideración.
Antoni Jaquemot Ballarin
Los íberos en aquella época no podían obtener la energía para la fusión del hierro con el carbón de leña. Calentaban las mezclas de la roca de hierro a menos de 1000 grados para separar el resto y lo forjaban al alcanzar plasticidad
En Almería exitía la población de MURGI (m>b). En catalán una ‘burguera’ es una cavidad protegida con obra que servía de horno. Quizá sea éste el origen.
Ed. Selleslagh
Naturalmente tienes razón en que no llegaban a la temperatura de fusion, contrariamente a lo que pasaba con el bronce. Pero el proceso es el mismo que el actual: reducción (es decir el proceso inverso de la oxidación) con monóxido de carbono (CO) proveniente de la combustión incompleta (por falta de oxígeno suficiente) del carbón de leña. Los productios finales son hierro (Fe) y dióxido de carbono (CO2). Pero de todo modo, e importante para la cuestión lingüística, es que se necesitaba bastante más energía térmica para la producción de hierro.
El proceso que describe es parecido al que todavía se usaba en Inglaterra de la mitad del siglo 19, el ‘puddle oven’, aunque este ya estaba un poco más adelatado: llegaba a fundir la parte de piedra (’slag’) pero no el hierro (con carbono), se encontraba como trozos blandos no fundidos (‘wolves’) en la massa en fundición. Se extraían con una barra, a mano, y se forjaban para unirlos en bloques más grandes. Este hierro tiene una estructura fibrosa que le da ductilidad. El hierro fundido de los altos hornos modernos es diferente: contiene una cantidad de carburo de hierro (es muy duro y frágil cuando se enfría) y necesita un segundo proceso para convertirlo en acero (‘Bessemer Pear’, o horno Siemens-Martin que combina los dos procesos en cierta forma); el segundo proceso también quema los componentes indeseables como azufre o fósforo.
En el proceso primitivo no se puede eliminar estos componentes indeseables (p.e. el fósforo hace el hierro más frágil), y la calidad del producto depende en gran parte de la composición del mineral. Así que no se podía producir hierro de calidad en cualquier sitio que tenía mineral de hierro.
A notar que los diversos procesos para obtener cobre son bastante distintos, aunque también se trata de calentar el mineral: muchas veces el mineral de cobre se encuentra en forma de sulfuro; en el horno se quema el azufre, convirtiendo el mineral en óxido (‘roasting’) y después en cobre y CO2.
Temperaturas de fusión:
Hierro forjado: 1482-1593 ºC
Hierro fundido: 1127-1204 ºC
Hierro puro (ductil): 1149 ºC
Acero de carbón: 1425-1540 ºC
Cobre: 1084 ºC
Estaño: 232 ºC
Plomo: 327 ºC
Como se ve claramente, es más fácil obtener la temperatura necesaria para la metaurgia del cobre (y bronce) que la del hierro. No hay que olvidar que la pérdida de calor del foco de combustión por radiación infrarroja aumenta con la cuarta potencia de la temperatura absoluta (ºC + 273), así que pasar de 1000 ºC a 1500 ºC exigije muchísimo más energía térmica que pasar de 500 ºC a 1000 ºC.
Espero que esto pone las cosas en perspectiva.
Montse
Por si os puede servir de algo,
estos son los experimentos de fundición de mineral de hierro que se realizaron en Segeda y sus resultados:
Segeda: Fundicion de hierro burillo rovira
Jabier Goitia
Todo eso que dices y mucho más, Nuria; la propia voz “grandis” del latín que figura como precursora, es un préstamo de la secundaria “gar ande”, que -como sucede con cierta frecuencia-, es una evolución de la euskérika “lar ande”, literalmente, “excesivamente grande” con la mutación “l x g”.
Lo que pasa es que el paradigma de lo greco y latino lleva tantos años calando en los ámbitos académicos, que los llamados sabios, son en realidad “defensores de la memoria” e incapaces de combinar esta con la inteligencia que siempre es disgresora…y casi siempre turbadora del poder establecido.
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