Antoni Jaquemot 5
El concepto de discrepar es disentir, no estar de acuerdo con una opinión. Del análisis de la opinión, el discrepante ofrece una versión distinta. Esta versión no puede ser tomada como una ofensa para quien ha dado la opinión puesto que intenta demostrar otra realidad no apreciada por quien ha efectuado la opinión. No hay intención de descalificar que significa impedir que el opinante la exprese.
En mi caso, quizá ha sido que al considerar que una cosa obvia, fácil de entender, no lo es. Si es así, pido perdón y no intento dar lecciones a nadie, es simplemente ejercer la crítica sin la cual no se avanza.
La primera crítica que hemos de hacer es sobre nosotros mismos, los que discrepamos de los llamados estudios oficiales, que debemos ofrecer una alternativa razonada que demuestre el valor de nuestra opinión.
Leo en tu réplica “las Canarias son la clave, la demostración clara del nacimiento del protoibérico en el Sáhara”, pues bien la lengua guanche o tamazig no es ibérica, no lo digo yo, consulta a quién quieras, por lo tanto pienso que tú sí lo crees de ahí viene mi discrepancia.
A nuestro compañero Javier le dejé unas anotaciones sobre toponimia guanche que te podrá decir lo que se parece al ibero.
Según las fuentes tomadas por el señor Gonzalo Mateo Sanz son el diccionario de Arnaiz y Alonso. Compré con mucha ilusión su libro “desciframiento de la lengua ibérico tartesia” a finales de los años noventa y me cayó el alma a los pies, igual me ocurrió con nuestro amigo Bernat Mira que un conocido me envió su libro desde Palma de Mallorca hace un montón de años. No existen en ambos ningún razonamiento que nos explique la decisión que han adoptado entre las muchas que podrían ser y sus exclusiones por la suya. Por ejemplo el nombre de Arguinegin que anuncias no dices nada que podría ser topónimo de origen tamazig junto con otros topónimos localizados en el continente africano, apareciendo Sebja Aguineiguín y la costa de Arguin posiblemente todos de origen tamazig como ‘arkizgeni’ “cercado de germinar” parecido al oído vasco ‘argi-egin’ en euskera “hacer luz”.
Nuestra amiga Carme Huertas no dice nada del ibérico ni del euskera en su trabajo “no venimos del latín”. Ella ha colaborado muchísimo en la elaboración del silabario ibérico para poderlo escribir directamente, pero sorprendentemente no lo analiza gramáticamente ni lo compara con el euskera, da una interpretación impenetrable, mística, misteriosa basada en “imprecisiones” en sus signos que pudieran desvirtuar su semántica, signos estudiados y resueltos por actuales lingüistas. La razón por las que creo que Carme indica que las lenguas romances no vienen del latín es por la similitud que tienen todas ellas, latín y romano incluidas, que son procedentes de una lengua europea común.
Yo soy crítico y conocen bien mis discrepancias públicas en la Universidad sobre la lengua ibérica por el silencio sobre su interpretación como vasco-ibérica. Pero soy el primer crítico sobre “los críticos”.
No todo es “confabulación” ni gente interesada, bien pagada, quien presenta honestamente sus trabajos. Existen críticas sobre antiguos historiadores que han hecho relatos oficiales para ocultar realidades o para ser interpretados bajo un criterio interesado. Debemos tener un carácter propio para analizar las posibilidades de una teoría que sustentamos, consultar lo que creamos oportuno a otros que lo hayan estudiado para discernir mejor sin caer en un estereotipo de un lado o de otro.
No veáis en lo que escribo una lección, sino un pensamiento que ejercito cuando busco una palabra ibérica escrita.
Josu Naberan
De la lista de autores favorables a la vasconización tardía (brindado por Eduard), la gran mayoría sabrán mucho sobre Vasconia, pero no hablan vascuence. y eso limita mucho su carácter científico por no conocer a fondo el euskera. Jon Juaristi y Joaquin Garrachotagui sí que lo hablan.
De Juaristi es bien conocido su discurso político, con sesgo seudo-iconoclasta y vascofóbico. Para mí, lo que sí merecen atención son la observaciones de Joaquín Gorrochategi.
Los topónimos que presenta son como celtas son: Uxama Barca, Veleia, Deva, Tullica y Tuboricum, mas otros antropónimos y teónimos que aquí no interesan, pues ya sabemos que los celtas escribieron y tuvieron sus dioses y sus nombres. Lo que niego son que crearan topónimos en el breve período en que estuvieron aquí. ¿Cómo se les puede pedir que crearan toponimia sin tener apenas contacto con los autóctonos y estando menos de mil años (unos 500 o 700) en un territorio totalmente extraño para ellos? Además el dominio celta entró en decadencia tras la batalla decisiva en el que sucumbieron en el valle de Tollense hace alrededor de 3250 contra imperios y monarquías rivales. Un lugar estratégico desde los albores de la Edad de Broce. Fué una batalla descomunal para aquello tiempos (una batalla de 4.000 hombres armados hasta los dientes y dispuestos a todo. “Fué una guerra en toda regla”, dice el National Geografhic de febr. de 2018)
Pero a lo que vamos: Los topónimos que se creen seguro de origen celta se interpretan des el vasco-ibérico:
UXAMA BARCA: *auz-ama ibar-gara “comienzo o término (ama) de lugar elevado (auz) de la rivera alta (ibar gara).
VELEIA: *behe-lea-aia “llanura (aia) del valle (lea) bajo (behe). AIA puede ser contracción de Aiara.
DEVA: *zi-eba “cuenca (ebai) de río (zi)”. Se sabe (y lo ha confirmado en su propio territorio el alemán Theo Venemann) que ZI fué una palabra internacional en toda Europa.
TUBORICUM, TULLICA… pueden proceder de la raíz vasca TUI/DUI (lugar alto). TUBORRICUM *tui-boro-iri-ika–>tui-borika–>tuborika “; y TULLICA *tui-iri-gara–>tui-iri-ga–>tullica “pueblo en lugar elevado o fortificado”
Igualmente NERVIÓN, CADAGUA, PLENCIA son totalmente legibles como NERVION: *iber-bi-on–>ber-bi-on–>mer-bi-on–>Nerbion.
CADAGUA *gara-ago-ara–>kada–>agua–>Cadagua.
PLENTZIA *behe-lea-zi-a “río (zi) del valle bajo (behe-lea)
He dicho que los términos VARDULO, CARISTIO Y AUTRIGON se interpretan también con el euskera.
VARDULO: *ibar-dui-lea-o(n) “valles de la rivera alta”. TUI/DUI es, según lo dicho, alto, altozano; su antónimo es ITU, “valle estrecho o sin salida”
CARISTIO: *gara-zi-iri-o(n)–>karis-iri-o–>karistio,”pueblos (iri) de los altos ríos” (garazi)
AUTRIGON: *auz-zi-igo-o(n)–>autri-igo-on–>autrigon “zona alta de ríos”
Koldo Mitxelena dice que los dialectos no podían ser antiguos (s. VI). Yo creo que los dialectos empezaron a diferenciarse hace 4000 años aprox., cuando la cultura Halliade era predominante en el norte y la “cultura de las Cuevas” o “almeriense” en la parte meridional de Euskal Herria.
Según Martin Almagro, “los poblados antiguos de esta región (las vascongadas) eran celtas y los vascones (refiriéndose a los navarros) no llegaron hasta la Edad Media” Es la famosa teoría de la “vasconización tardía”. Pero la arqueología es implacable:
Ahora están aflorando los poblados agrícolas altos y fortificados de los autóctonos (auzo) a lo largo del valle de Oria: Buruntza, Basagain, Intxurre, Murumendi… Estos poblados son de la Edad del Hierro, de la época en que los celtas pasaban con su ganado por aquellos valles. Dichos poblados fortificados descendieron un poco más tarde a estribaciones a la vista (agerre). Señal de que ya no había peligro (Xabier Peñalver. La Edad de Hierro, 1999).
La creencia de que hubo una invasión de Este a Oeste no se sostiene, según Henrique Knör y Mañaricua. Basándose en la dialectología, la movida no fue de Este a Oeste sino de Norte a Sur (más exactamente de Noroeste (Akitania) a Sudeste.
Algunos pensarán que me he pasado con eso de que los indoeuropeos no crearon toponimia en Iberia. Esa es mi opinión y lo saco a debate. El único bastión que les queda a los defensores de la toponimia indoeuropea es BRIGA.
Para mí es igualmente descifrable con el euskera:
BRIGA *iri-gara, “poblado alto o fortificado”. Como los indoeuropeos tenía dificultad en pronunciar la “i” inicial (como los vascos de hace poco la “r” inicial), recurrieron a la consonante “b”