El profesor de Gasteiz no ignora que estamos ante un proceso de lingüística diacrónica o evolutiva, en el que se han producido fenómenos diversos. Por ejemplo, pérdida de consonante inicial (y, v, d, t, n) ; palabra bisílaba que pasa a monosílaba; dos palabras que, por composición, dan lugar a un nuevo vocablo o lo hacen trisílabo, metátesis, etc.
Todo esto forma parte de la evolución natural de las lenguas. Puede seguir con la comparación entre euskalkis como único método de futuro, según dice. Pero lo que de verdad no tiene en absoluto futuro es su teoría de la raíz monosilábica, iniciada en 1995.
Ahora bien, cuestión diferente es saber o intentar saber de dónde vienen las palabras. Aquí entra en juego el comparativismo o Lingüística Comparada. Es indiscutible que el parentesco lingüístico se determina por medio de semejanzas de vocabulario y de estructura oracional entre lenguas. Pero en esa investigación no deben tener cabida las ideaspreconcebidas. Tampoco, los prejuicios étnicos, socioculturales o lingüísticos.
En la misma obra que cité al comienzo del artículo, Tovar, en un trabajo titulado Orígenes del euskera: parentescos, teorías diversas (publicado originalmente en Euskal Linguistika eta Literatura: bide berriak. Universidad de Deusto, Bilbao,1981) subraya (p.141): ” Por el lado de África la comparación yo creo que es más segura. Lo vamos a ver con la comparación léxica, y la tipología de algún indicio de relación interesante { }.
En los últimos años H.Mukarovsky ha señalado, a nuestro juicio con acierto, semejanza del euskera con lenguas camíticas y de otros territorios africanos “. Precisamente Mukarovsky, profesor de Lengua e Historia de Äfrica en la Universidad de Viena, presentó la comunicación “Outline of a lexicostatistical study of Basque and the Mande languages with a note on Fula”, en Euskalarien Natioarteko Jardunaldiak (Encuentros Internacionales de Vascólogos), Bilbao, 1980, que patrocinaba Euskaltzaindia. En ese esbozo el africanista estudia la relación genética del euskera con las lenguas mande y el peul, habladas en el África occidental subsahariano.
Según mis informaciones, Mukarovsky (que hablaba vasco ) en aquellos días de los Encuentros fue entrevistado por Julen Urkiza, a quien comentó: ” Hay una cosa que para mí es segura: que la clave para esclarecer el origen del euskera está en África”. De ambas cosas hace más de 34 años.
Mitxelena en 1977 consideraba que los resultados de la reconstrucción interna poseían un grado de probabilidad muy superior a los de la comparación extravasca, pero al mismo tiempo expresaba su esperanza de que un día otras lenguas podrían aclarar lo que dentro del propio vasco no encontraba explicación. Han pasado ya más de 37 años desde entonces. Pero Lakarra e instituciones directamente relacionadas con el euskera han convertido esa opinión del vascólogo guipuzcoano en puro dogma, lo que ha hecho de la filología vasca comparada una disciplina poco fecunda en las dos últimas décadas.