Tercera parte: La luz del lenguaje
¿Cómo se produjo el salto del lenguaje simbólico a las lenguas con palabras articuladas? ¿Cómo se instaló el lenguaje en el software interior que procesa los pensamientos? En el capÃtulo 13 hablamos de la escritura, lo cual nos lleva a reflexionar sobre la lateralización del cerebro y la pérdida de interacción entre los cuatro niveles de la comunicación (información, sonido, frecuencia e intención).
Vemos también cómo podemos aprender a pensar correctamente y a quitar de en medio el ruido mental que nos mantiene paralizados por el miedo.
Dedicamos el capÃtulo 14 a la vibración. Empezamos con la música, las matemáticas, la geometrÃa y seguimos con las frecuencias electromagnéticas y las ondas cerebrales para explicar cómo se está utilizando el SSSS (sonido del silencio) para modular mensajes silenciosos para la manipulación cerebral. De nuevo terminamos el capÃtulo con una propuesta de «camino de regreso» para escapar del control y lograr la coherencia cardiaca (ritmos circadianos).
En el capÃtulo 15 nos centramos en la voz humana. A través del análisis espectral de la voz, mostramos que la voz es un barómetro de las emociones y la salud. Analizamos el lenguaje emocional y reflexionamos sobre la capacidad de mentir.
Después, entramos en la nueva biologÃa: nuestras estructuras moleculares se comportan como cristal lÃquido, siguen una dinámica fractal y una organización electromagnética; nuestros órganos se comunican y alinean por resonancia, participan en el registro de la memoria a largo plazo y en la conciencia de los campos morfogenéticos. Nuestra voz es por tanto un indicador de la armonÃa y la coherencia, actúa como generador de órdenes bioquÃmicas y causa reacciones en todos los órganos del cuerpo.
Finalmente, en el capÃtulo 16, mostramos que el cuerpo y nuestro ADN son programables con el lenguaje, tanto con la intención como con la vibración y la frecuencia. Para empoderarnos, hemos de volver a usar la percepción y la sensibilidad y recuperar los vÃnculos que nos unen a la naturaleza.
¿Por qué he escrito este libro?
El motivo de escribir un libro como Estamos hechos de lenguaje, ha sido la necesidad de comprender cómo funcionan las lenguas. Me daba cuenta de que en otras disciplinas la ciencia avanza a alta velocidad, no obstante en el campo de la lingüÃstica seguÃa utilizándose la base de conocimientos del siglo XVIII, es decir, se trataba las lenguas como si fueran máquinas formadas por piezas, un sistema externo que se podÃa analizar como algo objetivo, donde las piezas (palabras) tenÃan su propio significado, cambiaban y viajaban solas, siguiendo leyes evolutivas en base al azar…
Toda esta concepción es errónea.  Las lenguas son la representación sonora del lenguaje, el cual es una función cognitiva de los humanos. Por lo tanto no es una máquina, no es un sistema estable que degenera con el tiempo. No sirve la imagen de un tronco común que se ha dividido en ramas que se alejan del origen sino un proceso vivo y dinámico que se parece mucho más a un rÃo: hay fuentes que lo nutren y constantes aportaciones que enriquecen sus aguas con nuevos nutrientes, muchos de ellos psicológicos, emocionales, culturales y sociales que empiezan a nivel celular y molecular, que tienen cargas vibracionales que afectan incluso nuestra salud. He comprendido que el significado (concepción simbólica) está antes que las palabras y las lenguas. La base del significado (semántica) es anterior a todo lo demás (fonética, morfologÃa, sintaxis) y si nos acercamos a este significado profundo y muchas veces filosófico, descubrimos una belleza en las lenguas que nos maravilla por su perfección.
Los lingüistas no hemos creado las lenguas: sólo podemos acercarnos con admiración y profundo respeto y observarlas para descubrirlas y describirlas. La gramática no la han creado los lingüistas. La gramática existe desde mucho antes, porque son los procesos relacionales utilizados por el cerebro, por la mente.