La entidad que quiere poner una multa desmedida en el juicio de Iruña-Veleia es el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, dueño del yacimiento (la Diputación de Alava se encarga de la gestión pero no tiene la propiedad).
Hace casi dos años Iruña-Veleia Argitu envió una carta a Iñigo Urkullu para que en lugar del juicio este tema se encaminase por la vía científica. El les remitió al consejero de cultura y así tres miembros de Iruña-Veleia Argitu se reunieron con Bingen Zupiria y el director de Patrimonio Cultural, Mikel Aizpuru, para pedir al Gobierno que retirara la multa y realizara dataciones, pero rechazaron ambas peticiones.
Argitu les dijo que no tenía ningún sentido que estando las dataciones sin hacer, es decir, sin probar el delito, se pusiera una multa tan grande y menos aún si creían que eran falsas ya que entonces habrían sido escritas en trozos de cerámica que no tendrían valor alguno.
El Gobierno Vasco quiere multar con 285.000 euros a Eliseo porque dice que se han falsificado 476 grafitos, es decir, 600 euros por cada grafito.
Esta terrible multa y la solicitud de 7 años y medio de cárcel tenía un único objetivo: presionar psicológicamente a Eliseo para que firmara que ha habido falsificaciones a cambio de evitar la carcel y rebajarle muchísimo la multa.
Pero Eliseo ha sido muy valiente y en la reunión que tuvo con la juez le dijo que no admitía semejante proposición.
Ya lo hacía la Inquisición: “si declaras que eres bruja “solo” te mataremos en la hoguera pero si dices que no lo eres te torturaremos hasta morir”. O en el último macrojuicio contra este pueblo: “si admitis que sois de ETA no vais a la cárcel, pero si decis que no sois, entonces os encarcelaremos rápidamente”. El objetivo es que si admites el “Relato” del Poder te perdonan la vida. Les importa un comino la justicia.
La verdad, el papel que han jugado Iñigo Urkullu-Bingen Zupiria del Gobierno Vasco, Ramiro Gonzalez- Ana del Val Santxo de la Diputación y la Juez y el Fiscal del Juzgado de Alava es de perfectos inquisidores del siglo XXI.