Aukeratutako atala ◊ Jabier Goitia ◊

• Viernes, Junio 12th, 2015

Jabier Goitia

Hola de nuevo Ed, quizás debiéramos charlar en alguna ocasión, sin prisa, para saber un poco más de los datos y las teorías en que cada uno andamos, porque este peloteo de cosas sueltas no me permite usar la artillería (voz que los chistosos dicen que viene de un monje llamado Jean Artillery) y presiento que sin contundencia no hay avance.

He de decirte que preconizo una revolución integral en lo que se refiere al Euskera, por lo que lo que hasta ahora ha sido referente en onomástica, toponimia y etimología, lo margino casi totalmente. Digamos que ni el 30% es válido. Llevo en esto desde 1968 y puedo decir que el rumbo está claro aunque aún no se en qué muelle del puerto podrá atracar este barco.

Esta tarde que no he ido a la granja, voy a dedicar media hora a tratar de responderte a algunas de las cosas que amablemente me dices. ¡Claro que no se puede decir que toda raíz simple es vasca!. Cuando selecciono un morfema como raíz, es porque éste interviene en numerosas voces complejas que ocupan un espectro amplio. Por ejemplo,  el “bil†que mencionas –y que en los diccionarios (desde Astarloa hasta Larry Trask) figura como redondo, circular, no es la primera acepción de redondez, sino un tropo de la forma que adquieren los vellones al rodar.

La forma primigenia es “olaâ€, sí, la “ola†de aureola y de cacerola. Otra forma posterior es “oboâ€, el “obo†de ese globo que nos dicen que viene de una masa de personas…

O “bola†que es la evolución de “bi-olaâ€, es decir curvatura en dos planos.

No encontrarás nada en la toponimia con “bilâ€, porque bil (un ingeniero nunca confundiría una rueda con un círculo; eso es cosa de poetas), ese “bil†que antes fue “bir†y que cualquiera obsesionado con la primacía griega dirá que es una variante del “gyr†griego, es algo tardío para las cifras en que nos movemos (paleolítico profundo).

Sin embargo, veo una gran diferencia conceptual en que tu ves al Euskera como nos lo pintó Don Ramón copiado de Humboldt; es decir, aquí, en este territorio donde concluyes que ha recibido sus infinitos préstamos… Sin embargo mi teoría -y la de otros que trabajan con materiales pre documentales- es que esta lengua u otra parecida se formó y habló durante decenas de milenios en un cinturón climático de unos 2000 x 8000 kms. Desde Kamtchaka hasta Portugal (ver obra de M Rosenfelder’s) y no es que tengamos voces del Gujarati, del Eslovaco o del Alemán, sino que muchas de esas raíces que Pokorny y cía se precipitaron en publicar (y que muchos tomáis sin criticarlas), tienen su explicación dos pisos más abajo.

Con el “melanusâ€, idem eadem idem. La raíz original es “bæl†que en protovasco significa fango; el “bæl†de las docenas de “Bælencias†y “Pælenciasâ€Â  o el de “Bælaguer†que tenemos en España y países cercanos.

Así que un sustantivo para llamar al fango pútrido y negro ha acabado siendo un adjetivo como “negroâ€: “bal-belâ€.

Pero, ¡cuidado!, que lo simplemente oscuro también tiene su raíz vasca en “lun-lug†de luna y de lúgubre.

Yo, de momento no me meto en estructuras; solo toco la semántica, así que apenas he trabajado con las reglas SOV. Estoy en la fase conceptual de la interpretación de fenómenos y asignación de nombres; algo verdaderamente ordenado, lógico y científico.

Estoy en las antípodas de lo que dices con referencia a lenición, ensordecimiento, etc. Todos esos mecanismos se han definido partiendo de una idea preconcebida de cuales eran las lenguas más antiguas. Simplemente, o no valen o son “circularesâ€, es decir hay circunstancias en que funcionan en un sentido y otras en otro, siendo siempre “seguibles†por sus rastros

No comparto las hojas de ruta que hacen un idioma en cuatro siglos o que borran del mapa a otro en doscientos años. Ciñéndonos a España, no hay duda alguna de que el latín no se habló nunca (me refiero al pueblo) y nada quedó en la toponimia: Ni “Finisterre†es el fin de la tierra ni “Santander†es san Andrés ni Zaragoza es “Cæsaraugustaâ€. Los llamados romances son muy anteriores a la llegada decidida de los romanos doscientos años antes de Cristo.

Tampoco he dedicado tiempo al Ibérico porque tengo la certeza de que las transcripciones de Gomez Moreno y otros, los alefatos, alfabetos, silabarios y semisilabarios tienen varios errores graves que deforman totalmente los sonidos.

Con respecto a “ili y briga†que tanta guerra dan, son voces irrelevantes. Ili, que se toma por “iri†y se supone es población, porque los idiomas antiguos nunca han usado otra cosa que topónimos para llamar a los asentamientos y esa forma solo se usaría en una conversación después de haber citado el nombre del lugar; es decir, no es algo epigráfico.

Es un tema conceptual que no lo pueden sintetizar quienes no hablen Euskera.

En cuanto a “brigaâ€, es una voz vasca contracción de “bir-iga†o doble resalto; es la construcción que cualquier geógrafo sabe que se ejecutaba en lo alto de una colina, formando un muro de coronación. Aquí en España se hacía sobre oteros y en Siria en grandes “tellsâ€. Construcción que supone una ventaja táctica ante ataques de otros grupos, de cuatreros o de simples fieras que quieren llevarse el ganado.

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• Sábado, Marzo 06th, 2021
a) Naberan
¿Cómo lo había interpretado yo? ZARAGOZA = *zara-an-goe-asua–>zaran-go-ssa–>Zaragoza
“PRADERA (zara) DE (an) MESETA (goe-asua)”.
ZARA/SARA es un vocablo eúskara/ibériko muy abundante en toponimia europea y sahariense-mediterránea, como bien lo demuestra Jabi.
Es vocablo polisémico, cómo no, puesto que se adapta a diferentes terrenos y climas.
Puede ser un jaral o una extensión fértil. Por ahora llamémosle “pradera”, provisionalmente. Lo dejo en manos del maestro geólogo
De ese ZARA/SARA/SALA participan también
ZAMORA  *zara-an-boroa  “ciudad (MORA) de (AN) pradera (ZARA)
SALAMANCA  *sala-an-uku-a   ”lugar.territorio.situado.en (MANCA) pradera (SALA)
Lo de Caesaraugusta parece un título nobiliario, como ocurre con El Ferrol del Caudillo
b) Jaquemot
Pues, sí. Igual que Pamplona ciudad de Pompeyo Pompe yllun-a.
(Nota: Antoni cree que viene de Cesar Augusta)
En el estado aparecen 47 Zaragozas o “casi zaragozas†(ver tabla al final con sus coordenadas y huso correspondiente) y más de una docena en los otros países:
Malta tiene un topónimo neto, “Zaragoza†y un “Ta Saragúnâ€.
Francia tiene Saragousse y Salagosse.
Túnez, Zarawuah (Zaraguá) y Saragat.
Portugal: Sabugosa, Carragosa, Salgosa y Saragoçal.
Entre las zaragozas españolas, hay cerros y lomas, como cerca del río Sever, en Cáceres, la de Zarago en Sierra Nevada (Granada), Zarapuz en Estella (Navarra), Zaragoza en Vinroma (Castellón) y Puig d’en Saragossa, en Santa Ponça (Mallorca), puerto de Zaragozilla en Calatayud (Zaragoza).
Hay Collados como el de La Zaragozana, también en Sierra Nevada; hay planas como Saragorda en Igualada (Barcelona) o Saragossa en Alguaire (Lérida), hay muchos arroyos, ramblas hoyas, fuentes y barrancos, como Zaraguit en Guadix (Granada), Las Zaragozas en Santa Eulalia (Teruel), Zaragoza en El Carpio (Córdoba), Zaragozas en Benalmádena (Málaga), Real Zaragoza en Ojén (también Málaga), Saragorría en Artajona (Navarra), Del Zaragozano en el río Turia (Valencia), Del Val de Zaragoza en Sariñena (Zaragoza), La Zaragoza en Cañaveras (Cuenca), Hoya de Zaragoza en Basconcillos (Burgos), Fuente La Zaragozana en Gudar (Teruel); hay balsas como la del Zaragozano en Carcaixent (Valencia).
Hay valles como el de Zaragoza en Castejón de Valdejasa (Zaragoza) que vierte al río Arga, el de Valdezaragoza en Sariñena (Huesca) o el de Val de Zaragoza en Ayllón (Guadalajara) y los Valejos de Zaragoza en Valmadrid (Zaragoza).
También hay playas como Zarautz (Saragus) (Gipúzkoa) y Real Zaragoza en Marbella (Málaga) y huertas como la de Zarago en Sierra Nevada.
También hay muchos topónimos indiferenciados como Piedra Zaragozana en Adzeneta (Castellón), Zaragozanos en Rúbena (Burgos), Zaraguhit en Guadix (Granada), Zaraut en Zúñiga (Navarra), La Zaragoza en Madrigal (Ãvila), La Zarau en Tafalla (Navarra) y Galzaragoza en Narbaiza (Navarra), Zaragoza en Martioda (Ãlava), Zaragocilla en Gallocanta (Zaragoza), Zaragocejo en Sigüenza (Guadalajara)… y la matriz en Zaragoza capital.
d) Jaquemot
Sin saber la historia documental de un topónimo se nos lleva la vorágine especulativa encontrando cualquier razón para darle sentido.

DRAE: jara: Del ár. hisp. šá‘ra, y este del ár. clás. Å¡a‘rÄ’ ‘tierra llena de vegetación’.
En aquellos tiempos remotos no se hablaba árabe en Zaragoza. El nombre de este matorral es ESTEPA escrito STIPPA según grafía latina, palabra no latina, probablemente íbera. En el corpus de escritos ibéricos aparece ESTIR e IBA que puede dar «matorral de humedades»
Evidentemente no es SALLUIE

e) Goitia
La mayor parte de la historia es camelo, propaganda o maledicencia y extrapolación. No obstante, miro con gran atención lo que no tiene relación directa con personajes. Me encanta la poca Historia de la Economía que hay, porque ahí si tengo referentes para contrastar.
Con respecto a los Omeyas y lo que pudieron traer de la cultura de beduinos camelleros desde Arabia, no es coherente con la matraca que nos dan sobre sus aportaciones: Un pasteleo de siglos que ha ido creciendo como los hormigueros, polvo y saliva aparte de lo que llaman Ãrabe Hispano (yo lo llamo Rifeño), un cajón de sastre como el Latín Vulgar; ninguno de los dos existió y casi todo lo que se asigna al primero, es trola (“tro” retorcimiento, “ela” lenguaje, lenguaje engañoso), así, la “sa ra” (contracción de “xa ar a”), que mencionas, encaja mejor en el Euskera “ja, xa”, árbol, “ar”, malo, ramas que no dan calor, en contraposición de “su ja tza” (suhaitza), árbol que da meterial para el fuego. Algo parecido sucede con el “guada, wada”, que se toma por río… ¿Qué ríos hay en Arabia?. “Ua” es el agua que se completa con “i” y una dental intervocálica: Uadi, las aguas, la misma “ua” de “uasis”, agua inesperada.
Y así hasta mil, entre ellas la acequia que tanto se nombra como elemento de riego, cuando lo que fue inicialmente es un elemento de drenaje, el problema era secar la tierra fértil de las vegas, no regarla.
Os he dicho varias veces que la etimología en los diccionarios es inválida para la investigación; puede valer para la docencia o para pasar el rato, pero en conjunto es una pifia.
El nombre vasco de la stippa tenacísima, es “ato” de Atochal y Atucha y de atar, el esparto, “espa harto” aguante sorprendente, donde “espa” es la sorpresa, el espanto y “harto” es recepción, aguante.
No quiero hacerme pesado, pero si no conseguimos que se revisen los diccionarios, avanzaremos para atrás, como los glaciares con el calor.
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• Martes, Febrero 02nd, 2021

Ponencia_Jabi_Goitia_La_llanura_euroasiática

Video: https://youtu.be/CZHom3lCPTU

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• Jueves, Noviembre 21st, 2019

Ha habido opción para inscribirse pero se ha completado el aforo.

Imagen: Peña Amaia, lugar donde baceos, cántabros y bascones lucharon contra los romanos tantos años como en Numancia o incluso tal vez mas, para defender su independencia. Al perder la guerra se suicidaron porque preferían estar muertos a ser esclavos-as.

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• Lunes, Julio 01st, 2019

Bernat Mira Tormo

Estuve buscando en Google, la palabra MONTALVO, porque la traducción del topónimo MONT-AL-VO, me indicaba que su significado era “el monte altoâ€. Por eso quería ver, si había alguna referencia a algún lugar “alto†que lo pudiera verificar.

Y encontré:<<Pascual Madoz, en su diccionario dice: A doscientos pasos del pueblo y en un cerro que le domina por la parte Sur, se ven las ruinas de un castillo de construcción árabe, perteneciente al actual Duque de Granada.>>

MONT-AL-BO, de MONT = “monte†o “cerroâ€, AL = “el†o “laâ€, y BO = “altoâ€. Con el significado de “monte alto†o “cerro altoâ€.

El mismo formante VO, BO, como “altoâ€, lo encontramos también en el apellido CALVO, que traducimos por CAL = “cimaâ€, y VO, variante de BO = “altoâ€, o “monteâ€. Con el significado de “cima altaâ€, o “monte altoâ€.

En Wikipedia nos dicen sobre el apellido Montalbo:

<<Montalvo es la versión española de un apellido de origen francés-italiano (de la zona del Mont Blanc, Monte Albo) que se conoce existe desde tiempos medievales y está relacionado con los cátaros>>.

No creo, que ni los apellidos, ni los topónimos Montalvo, de España y Portugal, tengan su origen en el Monte Albo, del Mont Blanc. Lo que creo, es que todos estos topónimos, comparten la misma situación geográfica concreta de “monte altoâ€, y por compartir la misma situación geográfica concreta todos ellos, es por lo que también comparten su nombre. Y esto nos retrotrae una vez más, a una prehistórica lengua, que simplemente definía en su lengua lo que veía, si todos veían un “monte altoâ€, pues todos lo llamaban un “monte altoâ€, no había ningún misterio. Porque la lengua ibérica se fue olvidando, pero el monte “altoâ€, lo seguimos teniendo ahí, donde siempre había estado. Y muchas veces también más o menos bien conservado el nombre del lugar.

Y eso nos permite ahora a través del estudio de la toponimia ibérica y de la estructura de la lengua vasca, que vayamos descubriendo el significado de muchos de estos topónimos.

El que muchos nombres de topónimos, coincidan en varios lugares distintos y distantes entre sí, por tener los mismos formantes de sus nombres o topónimos, y que además, los nombres de estos mismos topónimos, coincidan exactamente con la situación geográfica concreta de los mismos, me parece que debería hacer pensar a “las voces autorizadasâ€.

He leído y oído a menudo, que la mayoría de las palabras que tiene el vasco actual son de tardía fundación. (Qué Santa Lucía les conserve la vista) Porque hace falta tener buenas tragaderas, para creer que los topónimos (por su antigüedad) son de tardía fundación.

Además de: <<Es verdad que el radical MONT, lo tiene también el latín. Pero la toponimia ibérica lo tiene en innumerables topónimos, que son mucho más antiguos, que el mismo latín como lengua. Y lo podemos ver en toda la península ibérica, como vemos en: Montejurra (Navarra), Montaverner (Valencia), Montesa (Valencia), Montalban (Teruel), Montalvo (Cuenca), Montalvo (Portugal), Montánchez (Caceres), Montanejos (Castellón), Montijo (Badajoz), Montilla (Cordoba), Monfort (Alicante), Monforte de Lemos (Lugo), y un largo etc>>.

Jesus Gonzalez Artabe

Querido Bernat es triste reconocerlo pero no tiene remedio mientras no se pusiera como presidenta de la Academia de la Lengua Española a una persona cómo Carma Jiménez Huertas, es decir a personas con un muy buen cerebro grandes conocimientos teóricos y una magnífica capacidad de estructuración de la información para qué entre en la cabeza del otro. Desde luego de secretario sin ninguna duda pondría a Javi Goitia. Se iban a enterar entonces de lo que significa argumentar con la palabra o la escritura como si fuera un arma ibamos a ver entonces a muchos académicos pidiendo excusas por los muchos años en que han procurado la desinformacion de los pobres hablantes de la lengua castellana mal llamada español cuando nos referimos a criterios,temas o conceptos peninsulares.

A ti de momento hemos pensado no darte ningún cargo por qué cómo ibas a ir a Madrid a tomar posesión sí ni tan siquiera te atreves a ir a Zaragoza para ver a los amigos..

Con todo nuestro cariño desde la insoportablemente caliente Pamplona un abrazo.

Eduard Selleslagh-Suykens

Por qué es tan diícil aceptar que Montalbo es simplemente ‘cerro blanco’? Hay muchos en la península, y no tienen nada que ver con el Mont Blanc. Verdaderamente crees que después de más de 2.000 años de latinización no hay ningún topónimo latino? Muchos sitios ni existían en la época ibérica, así que no tenían topónimo ibérico. Había mucho menos pueblos, ciudades, asentamientos etc. que ahora. Además hay paisajes que no tenían nombre y que la gente ya latinizada han llamado simplemente por su aspecto, como ‘cerro blanco’, u otra característica: Casagrande, el Hondón/Fondó, …

Y calvo es del latin ‘caluus’ < PIE *galuo-s (IEW 5) ‘calvo, desnudo’.

No hay que obsesionarse con lo ibérico: ha habido muchas culturas en España y seguramente todas han dejado huellas. Hay palabras españolas utilizadas en topónimos que en realidad son préstamos de otra lengua no latina, p.e. goda, griega, fenicia. La eimología es un campo de minas que requiere muchísimo cuidado.

Javier Goitia

No debiéramos porfiar con un solo topónimo; os he dicho muchas veces que en esta disciplina conviene ir “de lo general a lo particular”; es decir, antes de echarnos a la piscina de cabeza, comprobar que el sonriente individuo que asoma no es un enano (no nos vaya a pasar como a mi primo Josetxu que se rompió el tabique nasal en Badajoz en una tarde calurosa como esta).

En una sola pasada de tabla he encontrado ocho Montalbo con be y diez Montalvo con uve… y hasta 301 Montalén, Montalbán, Montal, Montalt, Montalví, Montaler, Montaliendres, Montalblanque, Montalto, Montalbe, Montalgrao, Montalbá…

Hay aproximadamente los mismos topónimos (200) que terminan en “albo” y en “algo”; hay Montalbo, Montalvo y Montalgo. Para mi ambas terminaciones indican adjuntía a algo destacado (que podría ser a Mon-Mun).

Nombres hay en España hasta uno por hectárea en Galicia y Euskadi (uno por cien hectáreas donde menos…), así que no me creo eso de Ed de que había “lugares sin nombre”; lo que habría es atontados que iban sin guía.

Que el Mons Montis latino es un préstamo vasco, no cabe ninguna duda; el Latín no tiene casi nada que le pertenezca, es una lengua “técnica” creada a base de robar a las flexivas que la rodeaban y la pretendida latinización de 2.000 años solo existió en los gabinetes, no en el campo. El latín pasó como las malas pinturas que se pelan pronto y no queda nada. De los seis siglos de dominio en España, nunca se extendió una milla más allá de los itinerarios rodados; nunca llegó al “saltus” macizo, al menos no con la fuerza como para dejar nombres.

Los siglos posteriores fueron de Latín de sacristía y de cátedras, más propios de una endogamia enfermiza que marginó cruelmente lo que parecía a los prebostes y no aclaró nada desde San Isidoro hasta san Google.

Ahora mismo hay cinco columnas que con argumentos diferentes claman lo mismo, Carme Jiménez, Eñaut Etxamendi, Alberto Porlán, Ribero Meneses y yo mismo.

Solo es cosa de tiempo el que los embustes tejidos durante siglos caigan como esas pinturas viejas: Casi todo es elucubración basada en citas que se pierden en su propio embrollo.

Para terminar, todos los que no conocen el Euskera en profundidad dicen lo mismo: “La etimología es un entorno resbaladizo, un campo de minas…” Yo que fui zapador en la mili y tendía campos de minas, se mejor que nadie que para desmontarlas hay que dar con la ley matemática para su distribución… Lo mismo pasa con la toponimia; no se puede decir que Nerbión es celta porque haya un dios “Nervo”; hay que saber que LER BI OI ha dado en NER BI ON y que significa “Los dos manantiales” y que esas mismas alteraciones son “ley”.

Así te explotan las minas.


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• Sábado, Abril 06th, 2019

Jabi Goitia: Briga frente a nuevos datos.

El “briga” postizo que colocaban los romanos, se ha ido perdiendo como aquéllos anuncios de Nitrato de Chile que había en todos los pueblos hace 60 años

Desde niños hemos oído que “briga†es una palabra Celta que equivale a fuerte, a castro, a entidad urbana con un cuartel militar, palabra que el imperio romano se apropió para ponerla como coletilla a muchas de ciudades “colaboradoras†a lo largo de Hispania, principalmente.

Así en España y Portugal se encuentran en diversos documentos romanos (casi todos en el Itinerario de Antonino y en notas de Ptolomeo) dos docenas largas de nombres que acaban en “briga†(Amallóbriga, Arábriga, Arcóbriga, Augustobriga, Calabriga, Caesaróbriga, Celióbriga, Celtóbriga, Conímbriga, Deóbriga, Eberóbriga, Eburóbriga, Flavióbriga, Julióbriga ó Lulióbriga, Lacóbriga, Miróbriga Turdolorum, Miróbriga Celticorum, Mirobriga Vettonum, Nemetobriga, Nertobriga, Segóbriga, Talábriga, Tongóbriga) y que han dado lugar a búsquedas intensas de los lugares actuales que ocupan aquéllas supuestas localizaciones, siendo contados aquéllos en los que hay certeza de haber dado con los originales, aunque del apellido latino no le quede nada a ninguna.

Se suele incluir en tal lista el nombre de Brigantium, donde “briga†aparece al principio, porque también aparece en diversas crónicas, siendo su propiedad disputada por La Coruña y Betanzos.

En España, la toponimia es riquísima y muy poco alterada, siendo abundantes los nombres vernáculos de lugar que perduran conteniendo partes asimilables a la forma referencial “brigaâ€, bien sea al comienzo, en medio del nombre o al final, sin que la inmensa mayoría de tales lugares puedan relacionarse con plazas fuertes ni ciudades estratégicas; a saber:

Hay del orden de 50 que al final o en otra posición llevan la forma matriz “brigaâ€, pero son mucho más abundantes (345) los que llevan “brica†y lo son incluso descontando aquéllos en que esta coda pertenece a la posible designación de una fábrica de la era industrial y por tanto es seguro que son nombres arcaicos con otro significado.

Solo he encontrado un lugar llamado La Briga a secas, un alto rocoso de casi 1.100 metros en Zamora.

Pueblos muy conocidos como Ubrique podían hacernos pensar que esta forma es corriente, pero no es así; apenas hay una docena de lugares aunque sus nombres son contundentes como Jubrique, Fabrique, Llubriqueto…

También son bastantes (114) los que contienen “brigo†e incluso los de “brigu†(26), bajando a 15 los de “brigueâ€.

Una cantidad parecida (29) tienen “brih…†en su composición e incluso hay hasta 71 que ostentan “brizâ€, 10 con “brigui†y más de media docena en los que la consonante no es doble, sino de la forma “birigâ€.

Sin consonante, es decir, como “briaâ€, llegan a contarse casi 300.

No debiera olvidarse a ningún investigador, la búsqueda –también- de topónimos que llevaran compuestos con participación de “friga…â€, ya que hay una tendencia casi “circular†a que consonantes dobles como “br†y “fr†se alternen en nombres cuyas otras componentes se mantienen. Así que lugares con esta fórmula, son también numerosos.

E incluso conteniendo un “frica†clarísimo que nos hace recapacitar sobre el nombre de nuestro continente vecino (antes Libia), al encontrar lugares remotos como “El Alto del Africano†en Albarracin, la playa Africana en Galicia, el Alto La Ãfrica en Guadalajara, el impresionante Barranco del Africano en Granada, la Punta de Ãfrica en Cantabria, etc.

O –aunque más raro-, participando de esa “pe†que no gusta a los celtas, en lugares como “Exprica†(aitz pirika), un terreno abierto al pie del mogote pétreo conocido como “Castro†en Reyero, León, o en la Fuente Apricano, en Ãlava.

La vocal hermana, “eâ€, no es menos frecuente, de manera que se han encontrado casi 300 lugares con el componente “brega†y otros muchos con variantes como “bregueâ€, “breaâ€,  “brec†ó “brezâ€, candidato a “brekâ€.

La propuesta de Iniziatuak ha dado resultados desiguales, apareciendo media docena de topónimos con “…biriga…†en Ãlava, Navarra y Madrid, pero ninguno con “birikaâ€, “bidekaâ€, “bideke†ni sus homófonos.

Se pueden seguir incorporando otros nombres con componentes cercanas, pero no es imprescindible un trabajo exhaustivo para constatar que la fonología de todos ellos tiene fuertes parentescos, que la distribución de estos nombres es homogénea y que más allá de la condicionante fisiografía y de los gustos regionales que han decantado en formas que abundan más en algunos territorios, los casi tres mil topónimos de esta serie, está distribuidos por toda la península y no existen diagonales ni otras marcas que dividan la península en las fronteras imaginarias de nuestros sabios del XIX, vicios que perduran como cicatrices en las letanías de los modernos interpretadores de la historia.

En resumen, que más allá de las epigrafías encontradas y del valor que se quiera dar a la presencia de signos fuertemente sesgados por su pertenencia a un sector muy reducido de la población como son estelas, téseras, monedas o inscripciones, la Toponimia con mayúscula es un yacimiento tan intersocial como inmenso y diacrónico de información, yacimiento que está empezando a ser descifrado sistemáticamente y que al mostrar en muchos nombres una correlación con aspectos locales que perduran, desarma las teorías celtas y sucedáneas, para mostrar otra corriente autóctona más antigua que también se prolonga por los países e islas cercanas.

Así, si bien en Francia no hay muchos nombres que contengan “briga†(apenas Caverne des Brigands), son muy numerosos los de las formas en “eñe†como Brignac, Brignais, Brigne, Brignoles…, igualmente que en Italia, donde hay Briga, Brigante, Brignano, Breignole… con muestras también en Túnez y Marruecos.

La cultura es como la moda, una forma enfermiza de dirigir los esfuerzos, porque tras la pureza de los primeros movimientos de cada proceso, siempre entra en la barrena de marcar pautas y límites y de entregarse a los caprichos de los clientes, sino de los ministros que orquestan las ceremonias.

Si cuando éramos niños nos decían “sin másâ€, que briga era Celta y significaba un edificio fortificado, ahora, tras décadas de cocina en las universidades alemanas, nos dicen que no, que la voz original del Proto-Celta hubo de ser “brigantiâ€,  que se abrevió a “briga†con significado de “colinaâ€.

Otros aseguran que hubo un PIE tal como “bhereg^h†que dio el alemán Bergen (monte) y el neerlandés Burg, castillo y los que quieren recomponer el Celta, ofrecen más opciones para el monte, con nombres que van desde el “brigâ€Â  clásico a “farkunjoâ€, “monjo- menjo†y “sleibosâ€, variedad que no es extraña, porque las elevaciones del terreno debieron de disponer de muchas apelaciones según condiciones físicas o incluso de otra índole. Aún hoy mismo, cuando la sociedad vive de espaldas a los aspectos de la morfología del terreno, se manejan  para el monte nombres como alto, cerro, colina, cordal, cordillera, duna, loma, mesa, meseta, mogote, montaña, monte, montículo, muela, otero, pico, sierra…

Hay demasiada alegría entre los lingüistas a la hora de  poner asteriscos a las palabras que conjeturan y  lanzan a todas las publicaciones sin haber profundizado antes en el Euskera.

Así y todo, la posible coincidencia de la voz “briga†es tan evidente como su polisemancia, porque si en las lenguas nórdicas significaba cerro, colina, en Italiano es un verbo que lleva la idea de pelear o molestar; poco más o menos lo mismo que en Portugal, donde significa lucha y parecido al Latín, donde también es “lucha†o en Bosnio, Croata, Macedonio, Serbio y Esloveno, donde equivale a “cuidarâ€, en Gaélico, Galés, Irlandes y Esperanto, donde quiere decir “parpadearâ€, en Eslovaco, donde llaman así a los barcos de tipo bergantín o en varios idiomas del sureste asiático (Bengalí, Urdu, Tamil ó Telegu), donde puede significar desde “la novia†hasta “maloâ€, “disolver†ó “brisaâ€.

No está de más recordar que la “brega†del Castellano, ese verbo que se usa para decir que un grupo de gente trabaja “a destajoâ€, procede del Euskera “bare ga†que significa eso exactamente, porque “bare†es la quitud, el relajo y “ga†es su ausencia,

No es extraña la relativa frecuencia de uso de esa voz y sus réplicas, cosa que también se puede aplicar a composiciones elaboradas a partir de raíces del Euskera tales como “bir†que significa replicación, “bira†que indica rodear, “iga†que indica subida, resalto ó “ga, ka†que como sufijo modal (no como sufijo negador) implica una reiteración de la acción, con lo que “biraiga†equivale a “subir rodeando†ó “birigaâ€, que puede traducirse por “resalto dobleâ€. (La voz aparece con mucha más profusión en España que en los países cercanos, en general su presencia está correlacionada con aspectos físicos (relieve principalmente) y en muchos de los casos es patente la colaboración humana para modificar ligeramente ese factor y aprovechar sus ventajas como elemento de la economía social. No hay porqué pensar que es una voz extraña originaria del centro de Europa y metamorfizada hasta llegar a su forma actual; la forma ya la tenía hace miles de años y en ese periodo no ha cambiado gran cosa.)

Ambas explicaciones tienen coherencia si se analizan desde técnicas, visiones y productos del pasado; la primera, porque muestra la forma en que se construían las torres ostentosas del tipo “ziguratâ€, creando una rampa en curva y pudiéndose colegir que en territorios en que solo se dispusiera de tierra o de áridos, se ejecutarían construcciones más modestas con igual técnica para proteger al ganado, los aperos y herramientas o los objetos preciados o de culto o, simplemente, como se realizaban los túmulos de la Guimbautas, los Dólmenes, Cromlech y otras construcciones: Por dejar constancia de que se había estado en aquel territorio.

Es necesaria una abstracción que ayude a entender que en lugares sin arbolado y sin piedra, una de las formas de controlar el ganado sensible durante las estancias prolongadas por disponer de pastos duraderos, era mediante la combinación de zanjas y terraplenes que iban mejorándose cada campaña. Las brigas eran uno de los modelos más recurridos, porque aprovechaban oteros naturales para explanar su cima y con los productos extraídos, hacer las paredes más verticales, con lo que resultaba un “resalto dobleâ€, uno debido al cerro natural y otro, a la acción deliberada de multiplicar la dificultad de acceso al tiempo que hace mucho más efectiva la defensa del ganado de osos, lobos y grandes felinos.

De ahí procede la palabra “abrigoâ€, que significa refugio también en Catalán, Gallego y Corso, pero no en otras lenguas latinas, germánicas ni celtas.

En España y Portugal hay infinidad de “castrosâ€; es posible que más de 3.000 de entidad suficiente como para que alguien entrenado los descubra con tan solo analizar cartografías de entre 1:25.000 y 1:10.000 y contrastarlas con fotogrametría de suficiente calidad.

La gran mayoría de estas estructuras, no tienen dimensión ni localización adecuadas para reclamar una función militar; son obras con vocación ganadera, dimensión proporcional a los recursos de la zona y uso estacional, lo que no quita para que a veces, sus muros alcancen dimensiones sorprendentes para nuestro concepto de economía ni tampoco impide que en algún momento hayan podido actuar como plazas fuertes ante ejércitos o cuatreros.

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• Jueves, Enero 31st, 2019

Un lector no está de acuerdo con la propuesta de Bernat Mirá sobre BRIGA y le dice “Y quién habría hecho esta ‘contracción’? Ni los vascos ni los íberos porque ni habrían podido pronunciarlo. Entonces los celtas – que tú dices que no han existido? Estos nombres son anteriores a la invasión romana.â€

Bernat Mirá

No es porque un nombre contiene una sílaba BRI que tiene el mismo origen. p.e. Cantabria es una derivación de ‘cantaber’ que no contiene BRI. (Cantaber quiere decir ‘ría con acantildos’ en celta:  kant- aber). Además, no se trata de una sílaba BRI sino de BRIG->

Vamos a ver, ¿cuándo he dicho yo que los celtas no han existido? Yo no sé si los celtas han existido o no. Lo que yo he dicho, es que no veo ni rastro de ellos por ninguna parte en la toponimia.

BRI y BRIGA claro que no son lo mismo, BIR = río, y BRIGA = subida del río, contracción de BIRIGA. CAN-TA-BRIA = CAN = monte, TA = alto, BRIA = el río. CANTABRIA = ríos de los montes altos.

Pues por eso no vamos a discutir, Para ti BRIGA es celta.

Pero para mí BRIGA es vasca.

Y no le diré a nadie que la actual BALLA-BRIGA que traducimos por BALLA variante de BAYA = río, y BRIGA = subida del río. Equivalente a = PUENTE, y que traducimos por PUENTE DEL RÃO, se encuentra en el pirineo aragonés en una zona donde todos los nombres de los topónimos  son de origen vasco desde siempre, y el puente de BALLABRIGA está pegado al pueblo. Literalmente es una foto de la aldea.

Eduard Selleslagh-Suykens

Bueno si niegas que hay topónimos celtas es casi lo mismo como si no hubieran estado en España (= lo que quería decir).

Y la cuestión de la contracción: quién lo ha hecho, si no son vascos o íberos?

Javier Goitia

Queridos contertulios, el nombre Cantabria aparece así, “tal-cual†en media docena de lugares, además, otros compuestos de sus morfemas son abundantísimos, apareciendo por cientos, incluso miles en España, país quebrado donde los haya.

Aparte del nombre de toda una región, ahora reducida a la provincia de Santander, en esta misma provincia, cerca de Galizano, hay un acantilado costero impresionante por su pendiente negativa y cercano a la ermita de San Pantaleón (ojo, pantaleón esta siempre cerca de acantilados) que se llama Cantabria.

Otro Cantabria es el cerro riojano rojo por el color de sus conglomerados que hay frente a Logroño y que ha sido copiado por los arqueólogos para bautizar un yacimiento que hay a sus pies.

Cantabria (que los vascos **con poco criterio** quieren cambiar de nombre porque se creen que es celta) es la sierra caliza de perfil abrupto entre la llanada alavesa y la cuenca del Ebro, uno de cuyos montes destacados se llama Toloño (muela plegada).

Otro cerro empinado en Cadiz también es Cantabria, como lo es un relieve brusco en Palencia y otro en la provincia de Málaga.

Solo hay un caso contradictorio, un lugar liso en la misma Palencia.

Primera conclusión, Cantabria no es un puerto con relieve. Los puertos en el Cantábrico no tienen relieve, son estuarios, las zonas mas tendidas de la región.

Además hay muchos nombres parecidos, un pueblo sobre un relieve brusco en Navarra (Kantabrana), una cuesta empinada en Jaén  y un relieve marcado, (Cantalbrá, Cantalbrás), un barranco en Girona (Cantabra), un pueblecito de burgos sobre un cortado (Cantabrana).

Puedo seguir tres semanas citando peculiaridades de los cientos de topónimos con los lexemas euskérikos “gan, kan, kanta, biri, ia, iga…”, pero baste con decir que son legión.

Celtas fuimos todos según nos íbamos haciendo sedentarios. Si antes quemábamos a nuestros muertos y guardábamos un poco de ceniza en un cuerno para llevarlo colgado ( erre ilki a, la reliquia latina), luego al no viajar, los metimos en urnas o cistas, para visitar su cementerio.

(***hemos cambiado esta palabra del original en castellano)

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• Lunes, Mayo 28th, 2018

Jabier Goitia después de 40 años estudiando la toponimia y profundizando en el euskera, ha publicado en Amazon su trabajo Diccionario etimológico crítico del castellano que consta de 18 libros:

Diccionario etimológico crítico del castellano

Tambien ha publicado la segunda versión de su libro: El ADN del euskera en 1.500 partículas

El conjunto de libros cuya descripción se puede ver en los videos que con gran detalle editó recientemente Alish y que a lo largo de los siguientes meses, espera atender  en el Blog  (http://eukele.com/ ) para quienes puedan desear cualquier tipo de aclaración o hacer observaciones a contenidos, procedimientos o carencias.

Arqueología del lenguaje 1/3
La arqueología del lenguaje 2/3

La arqueología del lenguaje 3/3

Goitia espera que “la falta de apoyos institucionales y la negativa de publicación de las editoriales que deberían atender este tipo de ensayos, acabe siendo un factor positivo para que las personas que sientan verdadero interés por la búsqueda de las raíces y de los comienzos de las lenguas, se encuentren a gusto al pensar que se abre una nueva opción.”

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• Domingo, Junio 14th, 2015

Víctor Montañés

Recogiendo el guante que me echó Antoni Jaquemot en el sentido de que “demostrara” que en la inscripción del Pico de los Ajos II, donde salia “iltun” se referia a ‘que tiene muerte’ y no a ‘ciudad fortificada’, y recogia la frase del comienzo de la segunda parte de este plomo para que la tradujera:

“Salir labeisir kebelkaira”,

que ahora puedo contestar, y lo hago siguiendo mis propios consejos de dar el máximo de detalles de esta interpretación.

Contexto:

Este plomo o plancha de plomo, según datos que podemos encontrar en la red aparecidos en la revista ARSE 43, de 2009, pàginas 17-32, fue encontrado en este pico, llamado de los Ajos, cerca a Yatova (Valencia) en el año 1974. Es Luís Silgo que hace una explicación pormenorizado de estas inscripciones que para diferenciarlas de otras planchas encontradas se le da el número de II. Respecto al lugar, una sierra rocosa en su cima, creo que el nombre de los “ajos” nos da una primera pista de la lengua que se hablaba allí hace muchos años: en catalán seria “alls” (ajos) cosa normal de una zona de habla catalana. Pero “alls” es tan parecido al nombre de la roca en vasco “aitz” que creo que allí no se encotraban precisamente “ajos” sino rocas, en su nombre habitual en ibero: “aitz”, que sonaria muy parecido a “alls” o “ays”. Esto ya nos indica un dato de como el eusquera y el ibero pueden estar muy relacionados.

Respecto a los signos aparecidos todos o casi todos parecen ser leidos sin dificultad. La  palabra “labeis-iltunir” (la separación es mia) es la primera palabra de la primera parte, y se repite en el comienzo de la segunda parte.

Con respecto a su valor lingüístico:

“Sal-ir”, con la terminación frecuente de “-ir” que atribuyo a un pronombre o articulo plural (ellos-as/los-as). “sal” es una raiz que creo es la base de palabras del tipo “saldo”, y de las inglesas “to sale” (vender). La misma Real Academia Española no encuentra étimo latino, y la atribuye a una palabra italiana “saldare” con el mismo significado. Por lo tanto no le doy el valor de ‘plata’ ni de ‘dinero’ o ‘moneda’ sino ‘cosa de valor, vendible’. El plural “-ir” no es un morfema como el nuestro plural, que se conjuga con la palabra, sino que forma parte de la misma palabra, como si el plural formara parte de la misma palabra.

“Labe-is-ir”, alfinal vuelve a aparecer “-ir” y aquí si que se ve su carácter morfemático, ya que a veces esta junto a un nombre, pero aquí aparece junto a lo que considero un verbo: “-is”, que seria la forma verbal en voz pasiva, como nuestro “es”. “Labe”, seria el adjetivo, tipo participio, que conforma una familia con palabras que van desde “levantar”, “llevar”, “lavar” o el ingles “to leave”, ‘abandonar’, ‘dejar’, ’sacar’, o el catalán “llevar”, ’sacar’ , ‘quitar’. En conjunto, las tres palabras, significarian: ‘ellos son sacados, abandonados, dejados’.

Para no alargar más, y porque creo que aquí acaba esta pequeña frase (salir labeisir), dejo las palabras siguientes para el próximo articulo.

En este texto, tanto Silgo como Jaquemot creen que “Labeis” es un nombre propio, concretamente el nombre de una ciudad (por lo de “iltun”). Creo que el caràcter funerario nos lleva a dar este valor semántico a “labe” con ‘dejar’, ‘abandonar’, cosa que tanto es conveniente a la persona que muere (nos deja) como al dinero o otros bienes (que también son abandonados). La estructura sintáctica de la frase seria: sujeto pasivo (salir) verbo (labe-is) sujeto activo (ir). Como curiosidad toponímica tenemos el nombre propio de un monasterio, ahora ya casi desaparecido, cuyo nombre era “Lavaix”, monasterio de Lavaix, situado dentro del pantano de Escales, muy cerca al pueblo de Pont de Suert. En el aun podemos ver las ruinas del monasterio junto a una peña o roca encima suyo que se desgaja de la montaña o sierra que tiene al lado. Es muy claro que “labe-” aquí quiera decir ’separación del lado’ y “aitz” escrito “aix”, ‘roca’. Seria el caso de un nombre propio pero basado en dos nombres comunes.

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• Lunes, Marzo 30th, 2015

En el X. Congreso sobre el Origen del Euskera que se va a celebrar el 9 de Mayo en Zestoa, Jabier Goitia, entre otras cosas, preguntará que cómo es posible que casi todos los investigadores del indoeuropeo (por no decir todos-as) estan elaborando esta teoría sin conocer en absoluto el Euskera, seguramente, una de las pocas lenguas que habría anteriores a dicho periodo:

Europa ha vivido catorce siglos en la inopia desde que cayó el Imperio Romano hasta bien entrado el siglo XIX y lo ha hecho soñando que las civilizaciones clásicas de Grecia y Roma eran la base de nuestra historia y de nuestro conocimiento, mientras los poderes hacían una salsa gorda para divulgar este mito.

Con los descubrimientos de Sir W. Jones sobre los aparentes parentescos de Latín y Griego con el Sánscrito y en un ambiente pre romántico, se inició una fiebre germánica para buscar el origen racial y lingüístico que ansiaban y en los últimos ciento setenta años se ha formado tal maraña de intereses académicos, editoriales y hasta políticos y tal cantidad de ponentes, de hipótesis y de ponencias, que se ha llegado a recrear (por no decir inventar) todo un registro de raíces que se llaman “indo-germánicas†, raíces que nunca existieron, pero que este “pastel fenomenal†necesita para mantenerse hinchado.

En esta comunicación se denuncian las arbitrariedades cometidas, el abandono general de la ciencia y –sobre todo- la decisión sistemática de no contar con el Euskera, la única lengua hablada anterior a las fechas por las que deambulan y la única capaz de explicar topónimos desde Las Azores hasta Kamthacka.

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Apartado: Jabier Goitia  | Etiquetas: , ,  |  Un comentario