Antoni Jaquemot Ballarin
NON, NUN, MUNTANYES EN FORMA DE MOLES EN IBÈRIC
Tenim el cas de Nonasp, població entre els rius Algars i Matarranya que és un turó pla on en diuen “la mola”, per exemple “carrer de la Mola”.
Al Segre hi ha la població de Nuncarga que està precisament a Peramola.
Novelda al País Valencià és també un turó on hi ha un castell: el Castell de la Mola.
La històrica ciutat de Numància està sobre una mola: el Cerro de la Muela.
Aleshores podem deduir que el morfema ‘nun’ significa “mola”.
La mola de Sant Llorenç de Munt no seria de ‘*Nun’?
Nonasp: Nun-As-be: la Mola Tosa, pelada. De ‘has’ “pelat” conservat en basc i ‘-be’ “a sota”: “població sota la mola pelada”.
Nuncarga: Nun-kar-ga: La Pedra Mola. Kar>quer.
Novelda: Nun-ilda: El poblat de la Mola. ‘Ilda, ildun, ildir’ “població” en iber
Numància>Numantia: Nun-mantir: La Mola Protegida, envoltada. Basc ‘man-gune’ “lugar rodeado”. ”
El nombre de la Mancha española procede del latín ‘mansios’ “casas”. El nombre del canal viene del latín ’manica’ “manga, brazo”.
Bienvenido Mascaray
Dice Antoni que “los iberos tenían sus dioses como el resto de las civilizaciones: Neitín, Iunstir, Betatun, Ataeik”. Por partes:
IUNSTIR.-Debió de ser un dios muy famoso pues encabeza (o casi) los textos del plomo de Pech Mahó (Francia), del recipiente de arcilla con forma de cuerpo de animal de Ullastret, del plomo de Vall d´Uxó, del plomo de Solaig, del de La Serreta de Alcoi, del de Caudete de las Fuentes, etc. En verdad, se trata de una fórmula de personación ante La Madre y de presentación de súplicas: IRE UNZI TIRA, “A Tí el vaso de súplicas”. Nuestros antepasados solían grabar con punzón sobre una lámina de plomo todo tipo de peticiones a la todopoderosa Madre (Ame, Amea, Ama); después lo enrollaban cuidadosamente, lo depositaban en un vaso y ponían éste en manos de una joven bellamente ataviada (Dama suplicante, y no Dama oferente) que lo presentaba.
IUNSTIR es el trasunto o copia alterada de la aglutinación de las tres formas: ire + unzi se acomodan con elipsis al final del primer término, ir(e)unzi; irunzi +tira enlazan con sujeción a la misma norma, irunz(i)tira; hay apócope de la vocal átona final, irunstir(a); la repetición del grupo ir-provoca la haplología de la primera vibrante, i(r)unstir.
La regularidad formal y fonética es absoluta, pero hay mucho más: el plomo de Val d´Uxó completa la fórmula de presentación de este modo: IRE UNZI TIRA LAGU(N), “A Tí el vaso de súplicas de ayuda”. Y sobre todo, un sinfín de súplicas concretas de las que entresacamos las siguientes: “concédenos el don de la verdad…, el camino justo…, que el buen juicio pueda mostrarse perfectamente…, de que se altere la calma del entendimiento…, del peligro de la jactancia…, imploro para mí la prudencia…, que tengamos mucha prudencia en el modo de hablar…, libérame el camino de ambiciones y vanidades…, líbranos de seguir las lisonjas…, que hagamos amigos”.
NEITIN.- Otro dios famoso, y es que ¡es tan fácil copiar!. La “divinidad ibérica” surge, en este caso, de la presencia en varios textos epigráficos de la secuencia NEITE IN. Neite (vasco antiguo neitze) significa “fin” y el polisémico in (origen de egin) vale por hacer, hacerse, realizar, cumplir, poner, etc. La acomodación neite + in sigue la regla fundamental de la aglutinación, esto es, la elipsis al final del primer término, con lo que se llega a neit(e)in y Neitin. Sólo dos ejemplos:
1º. El sarcófago (que no estela) de La Vispesa (Museo Provincial de Huesca) contiene un texto que, reconstruido, ofrece esta lectura: DAN OR GEI GELA UR IRA(U)N NEIT(E) IN ESKER, “Ésto que es una masa de agua helada (en alusión al cadáver que está dentro del sarcófago) se conservará de aquí en adelante hasta que SE CUMPLA EL FIN: la acogida”. Neite in = se cumpla el fin u, ordenadamente, el fin se cumpla.
2º. Recipiente de arcilla gris barnizado, con forma de animal de cuatro patas (falta la cabeza y el rabo), hallado en Ullastret (Puig de S. Andreu), con texto que se inicia así: NEIT(E) IN I(RE) UNZ(I) TIR(A), y que debemos traducir así: “Pongo fin al recipiente de mis súplicas a Tí”. Neit(e) in = pongo fin u, ordenadamente, el fin pongo. Espléndido encuentro de los dioses Neitín e Iunstir: ¿serían hermanos?, ¿padre e hijo?, ¿pareja de hecho?.
BETATUN, ATAEIK y varios cientos más. Cuando no se entiende ni se intuye siquiera la secuencia o párrafo, nada más fácil que suponer la presencia de un nombre (de dios, hombre o mujer), que no tiene traducción.
Con este modus operandi, resulta que los iberos eran politeistas y, unido a ello la información torticera y sesgada de Estrabón, Plinio, Tácito y otros autores grecolatinos, salvajes, indolentes, ladrones… La realidad es que los españoles de hoy seguimos teniendo nuestras posaderas sobre un pueblo maravilloso, con principios éticos, código moral y religiosidad ni siquiera igualados, con una idiosincrasia en la que lucen esplendentes la libertad, la igualdad, la justicia, la familia, el trabajo, el honor… Y que la lengua ibérica, y con ella el vasco antiguo, siguen siendo un arcano, una ceremonia de la confusión, con ribetes cómicos a veces, indignantes otras.