• Domingo, Mayo 07th, 2017

Victor Montanyes

Es una inscripción de un plato (una parte) que solo tiene, creo, dos palabras: Kules-uria. Se encontró en el pueblo de Sidamunt, y creo que hace referecia al ‘agua’ (UR, en vasco), aunque también ‘corriente’.

Aquí en Catalunya hay muchos topónimos con “or” y “ur” referidos a corrientes o al agua (Riu d’Or, rio que pasa por Manresa). Tambien en la montaña del Pirineo: el santuario de la Vigen de N-úria, o el rio Septuria, etc.

Ur, más el morfema -ia, que creo que es el mismo que nuestro -ia (valiente, valent-ia, saber, sabidur-ia, etc.) le da un sentido general y más abstracto.

Por otra parte “kul-” seria la raíz de la que se forma el verbo ‘coger’, ‘collir’, en catalán, del que el participio es “cullit”. La “o” y la “u” son bastante intercambiables. El morfema -es, es como nuestro morfema verbal “-es”: montaña, montañ-es, marca, marqu-es, Barcelona, barcelon-es,… Entre las dos palabras creo que podria significar: ‘cogida de la corriente’, o ‘recogida de la agua corriente’. Es verosimil porque un cuenco o plato, podria ser utilizado para extraer o sacar agua de una corriente.

Antoni Jaquemot

Un kuleś es un vaso o recipiente, griego ‘kylix’, castellano “cáliz”. Nombre ibérico mediterráneo.  También en topónimos: Cúllar, Cullera por la forma de la montaña.

‘urr’ “fruto seco”: avellanas, nueces.

Cerámica encontrada en el Tossal de les Tenalles. Una ‘tenalla’  es una “tina” un recipiente. Se encontraron muchas en el lugar.

Sidamon  no está lejos de Agramunt que podría ser la legendaria ATANAGRUM latinización de *ATA-AKAR-ILDUN:   “CIUDAD  PRINCIPAL  OVINA”

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Victor Montanyes: Kules-uria10.0101
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6 comentarios

  1. 1
    Félix Zubiaga Legarreta 
    Domingo, 7. Mayo 2017

    Solamente una advertencia colateral: En la denominación de Riu d’Or veo la reduplicación de sí mismo, como en Val d´Aran, Valle del Ebro, etc. Son el indicio del paso de la lengua original a otra románica. Ondo izan.

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  2. Interesante análisis. Aprovecho para invitaros a leer una propuesta al respecto de este mismo nombre, KuleSuRia, y de otros muchos con el mismo formante, kuleS o kul, que en antiguas lenguas eurasiáticas (fundamentalmente en Altaico/Túrquicas y algunas Sino-Caucasianas) significa ’servidor’, ’sirviente’, ’siervo’, pero en sentido de ‘devoto’.

    El texto que expongo a continuación es un capítulo del libro: IBÉRICO EURASIÁTICO. Descifrando la lengua de los íberos, © 1994-2015, ISBN-13: 978-1-326-23858-2, pp. 225-233.

    Kuleśuŕia: “devota o devoto de Uŕia”.

    Nombes propios ibéricos formados del Proto-Altaico: *kū̀lV, Proto-Túrquico: *Kul, ’sirviente’, ’servidor’, ’siervo’, ‘esclavo’, o bien del Proto-Túrquico: *Köl- (Túrquico Chuvash: küle-, küleš-) ‘tímido’, ‘temeroso’,
    ‘callado’ > Proto-Íbero: *Kule- ‘devoto’, ‘fiel sirviente’,'temeroso’, ‘tímido’.

    Una forma que aparece como formante de varios
    antroponimos íberos es kuleś. Aunque se ha segmentado como
    kule en cierta hipótesis (kule suria, por ejemplo), el análisis de
    todos los casos conocidos en textos íberos, demuestra que la
    segmentación preferente es kuleś, como en Kuleś-uŕia (D.7.1),
    Kuleś-tileis (G.8.1) y Kuleś-tikeŕ (B.7.37).

    En cuatro casos conocidos, Kuletabeŕ (C.2.3), Kuleteker
    (C.25.5), Kulew o Kulem (F.3.2) y kule (P8,217.3.15Cerdanyola;
    Pan.Nuevas.1993. 19.1. Cerdanyola) se podría justificar la forma
    kule, que bien respondería a otra variante de la misma forma kuleś, tal como sugiere Untermann, o bien otro morfo con
    diferente significado y etimología, posibilidad esta que me
    parece igualmente razonable.

    De acuerdo a la evidencia epigráfica la forma correcta es
    kule, un claro elemento onomástico como aceptan todos los
    especialistas en lengua íbera, y esta se correspondería con la voz
    altaica *kul ’sirviente’, ’siervo’ (quizás amigo fiel); también
    ‘esclavo’ (Antiguo Túrquico (acc): kul), siempre en el sentido de
    ‘el sirviente más fiel o incondicional’. O bien podría relacionarse
    con el Proto-Túrquico: *Köl- (Túrquico Chuvash: küle-, küleš-)
    ‘tímido’, ‘temeroso’, ‘callado’ o ’silencioso’, Proto-Túrquico: *Kol-,
    ‘rogar’. En cualquier caso, significados todos característicos de
    una persona «devota», sentido este que parece mas que
    apropiado para el ibérico kule o kuleś, usado como morfo
    antroponímico.

    Al menos en tres de los casos conocidos (kuleśkeŕeke,
    kuleśiŕike) podría ir seguido de una forma que termina en -ke,
    un posible sufijo que podría entenderse como una variante de
    -ka, morfo que ha sido interpretado -con argumento mas que
    razonable- como un marcador de dativo, bastante evidente en
    aquellos casos donde aparece tras un antropónimo y seguido de
    cantidades de cosas o productos, de ahí que su sentido parezca
    ser: “para (NP)” tal cantidad de…”.

    De hecho, en el Plomo de Pech
    Maho (Francia) vemos kuleśkeŕe (B.7.34), y también kuleśir
    (B.7.36), clara variante de kuleśiŕi. Por consiguiente, secuencias
    como kuleśkeŕe-ke, ‘kuleśiŕi-ke’, bien podrían interpretarse
    como: “NP+morf.dativo(-ke)”, esto es: “Para Kuleśkeŕe”, “Para
    Kuleśiŕi”. Siendo estos, por supuesto, nombres propios, tal como
    aceptan los más reconocidos especialistas. Y en cuanto a nombres, estos llevarían el morfo kuleś, que de acuerdo a mi
    hipótesis altaica, literalmente significaría: “el devoto”
    (sirviente/siervo; temeroso/tímido/callado/que roga) , seguido de
    un nombre que bien podría ser el de un jefe, amo, reyezuelo,
    héroe, o con mayor probabilidad de una divinidad. Y así,
    nombres propios como kuleśuŕia, kuleśiŕi, kuleśtileis,
    kuleśtikeŕ, kuleśterke, kuleśbuŕke, kuleśkeŕe, y Kuletabeŕ se
    interpretarían como sigue:

    kuleśuŕia: “El devoto (de) Uŕia”
    kuleśiŕi: “El devoto (de) Iŕi”.
    kuleśtileis: “El devoto (de) Tileis”
    kuleśtikeŕ: “El devoto (de) Tikeŕ”
    kuleśterke: “El devoto (de) Terke”
    kuleśbuŕke: “El devoto (de) Buŕke”
    kuleśkeŕe: “El devoto (de) Keŕe”
    Kuletabeŕ: “El devoto (de) Tabeŕ”

    Aunque de acuerdo a cómo funcionan las aglutinaciones en
    lenguas aglutinante/incorporantes y aglutinantes (como la misma
    íbera), también cabrían interpretaciones más simples que
    considero más probables:

    kuleśuŕia: “El devoto Uŕia”
    kuleśiŕi: “El devoto Iŕi”.
    kuleśtileis: “El devoto Tileis”
    kuleśtikeŕ: “El devoto Tikeŕ”
    kuleśterke: “El devoto Terke”
    kuleśbuŕke: “El devoto Buŕke”
    kuleśkeŕe: “El devoto Keŕe”
    Kuletaber: “El devoto Tabeŕ”

    Los segundos elementos formantes de esos nombres se
    pueden explicar perfectamente todos dentro de las misma
    lenguas altaicas. Veamos algunos ejemplos:

    Uria: Podría significar “La Primera”, “La Antigua”, y ser
    probablemente un nombre de diosa, probablemente de una
    diosa lunar, siendo así Kuleśuŕia, literalmente, “El devoto de Uria
    (La Primera o Antigua)”. Relacionable con el Proto-Altaico: *ūre
    ‘primero’, ‘antiguo’, Proto-Túrquico: *ür (~ *ör), ‘largo (de
    tiempo)’, Proto-Mongol: *orai (Monguor: urē, urī) ‘noche, tarde,
    ayer’, Proto-Tungúsico: *ūri- (Evenki: ūr, ūri) ‘anteriormente’.
    Como nombre propio, Uria podría ser lo mismo de mujer que de
    hombre, pues en las lenguas altaicas generalmente no existen
    sufijos o terminaciones para diferenciar género.

    En lenguas túrquicas, por ejemplo, el equivalente de kul para mujer es küŋ.
    En íbero quizás lo tengamos en una fragmentada inscripción donde se puede leer: …]kuni[… leisea (RAN12,p55.Pech-Maho
    (plom3)Aa Ad)), siendo Leisea el nombre de la sirviente, devota o
    esclava, y quizás también en ebeŕeike : eŕkunin[… (f.20.1 AI).
    Posibilidad esta reforzada por el hecho de aparecer aglutinada
    con er, voz originalmente usada en el Proto-Altaico (quizás
    también en el Proto-Túrquico) lo mismo para ‘hombre’ que para
    ‘mujer’ (un genérico para ser humano), que al estar seguida de
    kun (küŋ), se interpretaría entonces como ‘mujer sirviente’ o
    ‘esclava’. En este caso, la secuencia aglutinada sería: eŕ-kun-in[…,
    por tanto, eŕ + kun + sufijo acc -in[… 163 Aunque también podría
    tratarse de er ’ser’, y en tal caso, eŕkunin[… 164 se interpretaría simplemente: «es una esclava». En cualquiera de los casos,
    aludiendo a la persona que se mencionaría en la secuencia
    anterior: ebeŕeike (Ebeŕeike o Ebreike).

    Iŕi: Podría significar “Artesano, trabajador”, y relacionarse
    quizás con el Proto-Altaico: *ī́li ‘trabajo’, ‘artesanía’ (*ī́li se
    pronuncia casi igual que en español iri, y de ahí que en otra
    lengua altaica como la coreana veamos con los mismos
    anteriores significados la forma ir (Koreano Medio) que
    evolucionó hacia il (Koreano Moderno).

    Tileis o Dileis: Podría significar “El Vencedor”. Relacionable
    con el Proto-Altaico: *diŋe ‘ganar’, ‘vencer’, Proto-Mongolian:
    *dejil- (Khalkha: dijl-(e), Buriat: dīle-, Kalmuck: dīl-(e), Ordos: dīl-
    (e)) + el morfo -is, conformado de la partícula deíctica (-i-) y un
    sufijo de tercera persona (-s-), por tanto: “El que gana o vence”,
    “El vencedor”.

    Tikeŕ: Se puede traducir como “El velludo” o “El peludo”, a
    través del Proto-Altaico: *tì̯ū́ke *tì̯ū́ki ‘pelo’ o ‘vello’ (sobre el
    cuerpo), Proto-Túrquico: *tǖk (Túrquico Medio: tük, Halaj: tīk,
    Karaim: tik), Proto-Tungúsico: *tiKi o *tiKü- (Even: tīken).

    Terke: Significaría “El observador o investigador”, y se
    puede relacionar con el Proto-Túrquico: *terke-, Túrquico Medio:
    terke, teirke, ‘observar’, ‘investigar’ (Kirghiz: terge-, Kazakh:
    terge-, Noghai: terge-, Balkar: terge-, Karaim: terge-, Karakalpak: terge-, Kumyk: terge-), Proto-Mongol: *taraki / *tariki, Proto-
    Tungúsico: *terge-.

    Buŕke: Podría significar “El que está bien cubierto”
    (Protegido). Relacionable con el Proto-Túrquico: *bür-ke- ‘cubrir’,
    ’ser o estar cubierto o tapado’, ‘encubierto’ (Tatar: börkɛ-,
    Túrquico Medio: bürke-, Uzbek: burka-, Oyrat: bürke-, Chuvash:
    pǝ w rke -, Yakut: bürküi-, Tuva: bürge-, Kazakh: bürke-, Noghai:
    bürke-, Bashkir: börkä-n-, börköü, Karakalpak: bürke-, Kumyk:
    bürke-).

    Keŕe o Geŕe: Podría significar “El luchador”, “El matador”, o
    “El vengador”, de acuerdo al Proto-Altaico: *kero ‘luchar’, ‘matar’,
    Proto-Túrquico: *gErül-, Proto-Mongol: *kere- ‘pelear’, ‘luchar’,
    ‘estar encolerizado’, Proto-Tungúsico: *kere- ‘matar’, ‘vengar’. O
    quizás, “El Cuervo”. Relacionable con el Proto-Altaico: *ki̯ ăro
    ‘cuervo’, ‘grajo’ (Túrquico Uighur: qa(r)), Proto-Mongolian: *keriie
    (Kalmuck: kerɛ̄ , Ordos: kerē, Shary-Yoghur: kǝrī, Monguor: kǝrē).

    Tabeŕ: Podría significar ‘Comerciante’, ‘Vendedor’.
    Relacionable con el Proto-Altaico: *tabu ‘comercio’, ‘trueque’,
    Proto-Túrquico: *dab- ‘mercancías’, ‘bienes’, ‘ganancias’,
    ‘ganado’, ‘vender’, comercio’ (Antiguo Túrquico: tabar, Túrquico
    Medio: tavar, Túrquico: davar, Karakhanid: tavar, Uzbek: tɔvar,
    Uighur: tavar, Azerbaidzhan: davar, Kirghiz: tabar, Bashkir:
    tawar, Karakalpak: tawar).

    En otras lenguas en contacto, como las de la familia urálica,
    aparecen un par de voces con la misma forma keŕe, pero sus
    significados no parecen apropiados para usarse como nombres
    propios. Por ejemplo, el Proto-Urálico: *kere ‘anillo’, ‘círculo’, Proto-Urálico: *kere ‘corteza de árbol’, el Proto-Nakh (Nord-
    Caucasiano): *kēre ‘vientre’, o el Proto-Indoeuropeo: *k’era(w)-,
    ‘cuerno’, de donde proviene el griego kéras ‘cuerno’, que es la
    única voz griega que se podría relacionar con la forma
    antroponímica ibérica, Kere.

    En las restantes lenguas de las
    familias que pudieron estar relacionadas con la lengua íbera no
    hay nada mínimamente coherente. En cualquier caso, no parece
    lógico que unos padres pongan a sus hijos nombres como “El
    anillo o círculo”, “El corteza de árbol”, “El vientre”, “El cuerno o
    cornudo”. Los humanos, que sepamos, no nacen con cuernos, y
    no creo que los íberos fueran una excepción.

    En todas las antiguas civilizaciones la mayoría de los
    nombres propios (especialmente de personas) se originaron con
    adjetivos o nombres que aludían a importantes cualidades, casi
    siempre deseadas por sus padres, justo cómo los que vemos en
    las lenguas altaicas: Keŕe: “El luchador” o “El vengador”, Terke:
    “El observador o investigador”, Buŕke: “El que está cubierto
    (resguardado o protegido)”. O bien podrían los nombres elegidos
    por los padres definir una cualidad natural de nacimiento, una
    herencia del linaje familiar como podría ser, por ejemplo, el ser
    algo velludo, lo que justificaría un nombre como Tikeŕ: “El
    velludo o peludo”.

    Sólo es posible a través de lenguas de la macrofamilia
    Altaica (principalmente túrquicas, tungúsicas y mongoles),
    interpretar de modo coherente todos estos nombres que llevan
    el morfo antroponímico kule o kuleś, ’sirviente’, ’siervo’, ‘esclavo’;
    ‘temeroso’; ‘que ruega’, ‘devoto’, ‘adorador’. Y lo más importante,
    sin alterar las secuencias que han sido ya segmentadas y bien
    diferenciadas por los verdaderos especialistas, de acuerdo a un concienzudo análisis morfológico de muchos años de trabajo, y
    sobre todo, sin alterar, añadir o quitar sonidos, lamentable práctica
    común en todos los “descifradores mágicos” de la lengua íbera,
    a través del griego, el latín, el hebreo, o el vasco.

    Ni uno solo de estos nombres puede ser explicado
    satisfactoriamente, ni de modo más convincente, respetándose
    tales secuencias y sus sonidos establecidos (sin más
    segmentación), desde ninguna lengua conocida (ni reconstruida)
    de cualquiera de las restantes familias de lenguas, ya sea
    Indoeuropea, Afrasiática o Proto-Vasca misma. No es posible
    explicar estos nombres desde ninguna otra macrofamilia de
    lenguas que no sea la Altaica y sus descendientes túrquicas.
    No sin recurrir a la ridícula segmentación extrema, desmenuzando cada nombre, por muy corto que ya sea, en varias palabras de hasta una sola sílaba o vocal, y alterando los valores fonéticos, y hasta añadiendo o quitando letras, método este altamente especulativo, y muy poco científico, que muy convenientemente han venido usando la mayoría de los que
    creen haber “descifrado” la lengua íbera, y mediante el cual se
    podrían traducir todos estos nombres, no ya desde el griego, el
    latín o el vasco, sino desde casi cualquier lengua conocida, así sea
    de la América precolombina, o de las más remota aún
    Austronesia, situada en las antípodas de Iberia.

    Finalmente, de todos estos nombres con forma
    antroponímica kuleś, sólo dos (kuleśuŕia y kuleśtileis) aparecen
    en un plato y una escudilla que no se corresponden con el kylix
    griego, que es un tipo de copa. El resto de los nombres con el
    morfo kule o kuleś aparecen solamente en plomos y como evidentes nombres propios asociados a otros antropónimos
    listados en los mismos.

    Por otra parte, el griego külik-s, külikos (Kylix, Kylikos),
    ‘taza o copa para beber’, que derivaría del Proto-Indoeuropeo:
    *kulik’-, *kulig’- ‘un tipo de vasija’ (tipo de copa o taza); Antiguo
    Indio: kulija-n, no tiene nada que ver con una forma ibérica
    como kuleś o kule que no termina en -k o -g. De haber en el
    íbero una forma pariente de las citadas formas, griega e
    indoeuropea, para tal tipo de taza o copa, esta debería aparecer
    escrita en copas o tazas (no en escudillas o platos) y como
    *kulikos, *kulikis, *kuligos o *kuligis, pero muy difícilmente
    podría aparecer escrita como kule o kuleś, siendo la raíz
    primigenia el Proto-Indoeuropeo *kulik’- o *kulig’- y la
    pretendida pariente más cercana, la forma griega külik-s, külikos
    (Kylix, Kylikos). Por consiguiente, una traducción basada en el
    griego del tipo «Vasija de Suria», no se sostiene de ningún modo.
    No sin saltarse a la torera todos los demás claros ejemplos (que
    son mayoría) donde kule o kuleś aparecen listados formando
    nombres propios junto a otros antropónimos, y en plomos, no en
    tazas o copas, ni en vasijas de ninguna clase.

    Lo que está claro es que tal morfo o raíz ibérica kule o
    kuleś, no puede haber significado lo mismo que el griego kylix,
    o sea, ‘un tipo de copa o taza’, ni cualquier cosa parecida a una
    vasija, pues no creo para nada lógico que los íberos tuvieran la
    costumbre de llevar como nombre propio una forma que
    significara “copa, taza o vasija”, es decir, “La copa, taza o vasija
    Uria” o “El copa, taza o vasija Tiker (y así con cualquiera de los
    restantes nombres)”. Tal idea es contraria a la razón y al más
    elemental sentido común.

    + info en: https://www.facebook.com/pg/IBERICOEURASIATICO/photos/?tab=album&album_id=690354887731730 (seguí el link que aparece en la descripción de la foto).

    Un cordial saludo,
    Georgeos Díaz-Montexano
    http://www.GeorgeosDiazmontexano.com

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  3. 3
    Luis Silgo Gauche 
    Jueves, 11. Mayo 2017

    La equiparación entre ibérico KULES’ y griego kylix la hizo Jaime Siles hace muchos años, se encuentra desmentida en mi “Léxico” de 1994 y el mismo Siles rectificó de palabra. Si significara ‘copa? ¿cómo explicar el KULES’AR de Cruzy y otros KULES0 como los de los plomos de Pech Maho? Es una pregunta.

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  4. Muy buena pregunta.

    Kuleś, igual que un topónimo, podría ser nombre personal. Ahora bien, ‘śare’ o ‘śaren’ aparece seguido del nombre, no antes: ‘anaio-śaren; *n-śaren; arbi-śaren; creo que refleja una cualidad, quizá euskera ‘zarden’ “esbelto”, “erguido”. Recuerdo que comenté lo de la piedra de Cruzy: un rito de unción de una comunidad de hermandad, una libación. No creo que los otros kuleś sean nombres bimembres: kuleś-keŕe; kuleś-ir; kuleś-kur; kuleś-tirke, sino cualidades del mismo.

    En kuleś Bel-Auŕ sería una persona respecto al vaso o a lo que representa el mismo: perteneciente a un simposio.

    Saludos

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  5. La forma ‘kul’ procede de “cosa redonda y hueca ‘creux’ (Chartrain, dictionaire etymologique grecque), catalán ‘clot’ y la /ś/ de kuleś concuerda bien con la ‘x’ de ‘kylix’. En Heracles, Creta, se puede contemplar la fortificación redonda del puerto dicho KULEZ.
    ‘KULEŚ-KEŔE = “vasija nuestra”; KULEŚ-IŔ = “tu vasija”; KULEŚ-TIKER = “vasija bella”; KULEŚ BUŔ = “vasija tapada”; KULEŚTI-LEIS = “vasijas de miel”; KULEŚ-KUŔ =”vasija reverencial”; KULEŚ-UŔIA = “vasija con productos de cáscara”.

    No son nombres personales. Están escritos sobre plomos porque son comerciales. Cada uno de estos cualitativos los podemos exponer en otro momento, cada uno merece su explicación.

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  6. Interesante… Yo he propuesto una explicación etimológica Eurasiática (Atlaico/Túrquica) para todos esos nombres, que no solo aparecen en plomos, también sobre piedra. Me gustaría conocer cómo se podría explica, a través del Proto-Vasco o Pre-Vasco cada uno de esos nombres, y sin modificar a conveniencia los fonemas y cuando parezca cobveniente segmentar kuleśti en vez de kuleś, o scar palabras de tan solo una sílaba o una letra, cuando no s epuede explicar a ttravés de Proto-Vasco la secuencia completa que sigue a kuleś. Esto son las secuencias: kuleśuŕia, kuleśiŕi, kuleśtileis, kuleśtikeŕ, kuleśterke, kuleśbuŕke, kuleśkeŕe, Kuletabeŕ. Y estas dos posibles propuestas:

    Y en cuanto a nombres, estos llevarían el morfo kuleś, que de acuerdo a mi
    hipótesis altaica, literalmente significaría: “el devoto”
    (sirviente/siervo; temeroso/tímido/callado/que roga) , seguido de
    un nombre que bien podría ser el de un jefe, amo, reyezuelo,
    héroe, o con mayor probabilidad de una divinidad. Y así,
    nombres propios como kuleśuŕia, kuleśiŕi, kuleśtileis,
    kuleśtikeŕ, kuleśterke, kuleśbuŕke, kuleśkeŕe, y Kuletabeŕ se
    interpretarían como sigue:

    kuleśuŕia: “El devoto (de) Uŕia”
    kuleśiŕi: “El devoto (de) Iŕi”.
    kuleśtileis: “El devoto (de) Tileis”
    kuleśtikeŕ: “El devoto (de) Tikeŕ”
    kuleśterke: “El devoto (de) Terke”
    kuleśbuŕke: “El devoto (de) Buŕke”
    kuleśkeŕe: “El devoto (de) Keŕe”
    Kuletabeŕ: “El devoto (de) Tabeŕ”

    Aunque de acuerdo a cómo funcionan las aglutinaciones en
    lenguas aglutinante/incorporantes y aglutinantes (como la misma
    íbera), también cabrían interpretaciones más simples que
    considero más probables:

    kuleśuŕia: “El devoto Uŕia”
    kuleśiŕi: “El devoto Iŕi”.
    kuleśtileis: “El devoto Tileis”
    kuleśtikeŕ: “El devoto Tikeŕ”
    kuleśterke: “El devoto Terke”
    kuleśbuŕke: “El devoto Buŕke”
    kuleśkeŕe: “El devoto Keŕe”
    Kuletaber: “El devoto Tabeŕ”

    El resto de la explicación está arriba, en mi anterior mensaje (http://euskararenjatorria.net/?p=26704&lang=es#comment-11046).

    Por otra parte, en c.25.5 tenemos una típica inscripción de pertenencia del tipo terminada en YI, que algunos leen como /mi/ y otros como /ni/ o bien como /Nai/, entre los que me cuento, y que todo parece indicar es un deíctico (esto/este/esta es) que dependiendo de la sufijación del NP que le precede se puede interpretar prefectamente (en el caso de las vasijas o estelas) como “Esta/esto es de NP”, o Esta/esto es para NP”. En c.25.5 leemos …]kulete(ke)r Nai, “Esta/esto es de/para …]kulete(ke)r. En ubna publicacion reciente expongo la mayoría de los ejemplos conocidos de inscripciones en vasijas y estelas con el mismo tipo de fórmula: NP sufijado como -en o como -ar + Nai (DEIX), puede leerse aquí: https://www.facebook.com/IBERICOEURASIATICO/photos/a.718736104893608.1073741845.690343294399556/1054543157979566/ ¿Nombre en íbero se escribía ATIN? En el nombre está la clave. Teoría Altaico/Túrquica de la lengua Íbera.

    En un fragmento de marmol (f.3.2) que a todas luces pertenecería a un monumento (¿tumba, estela, altar, capilla?), y, por tanto, muy difícilmente (por no decir imposible) interpretar como un texto comercial de ninguna clase donde se mencionen vasijas, también se puede apreciar la secuencia: kule(ś)Yba (Kule(ś)Naba). La hipótesis más probable parsimónica es que estemos ante un NP y no ante la denominación de un tipo de vasija.

    Lo mismo podemos decir de la inscripción sobre otro posible fragmento de monumento pétreo (P2,355Cruzy), donde se lee el más que probable NP kuleśare, justamente precedido por la típica fórmula’iunstir, que a todas luces parece ser un tipo de salutación, hipótesis esta que sigo y defiendo en mi libro. Basta con echar un vistazo a esta inscripcoón (que parece votiva), para comprender que es muy poco probable que -en este contexto- tenga cabida kuleśare como una mera denominación de un tipo de vasija.

    Sobre esta inscripción recomiendo el siguiente artículo donde se corrige las anteriores transcripciones: https://www.academia.edu/25647901/Nueva_lectura_de_la_inscripción_ibérica_sobre_piedra_conservada_en_el_Museo_de_Cruzy_Hérault_A_new_reading_of_the_Iberian_inscription_on_stone_preserved_in_the_Museum_of_Cruzy_Herault_France_Veleia_33_2016_259-274.

    También resulta muy poco probable que un plomo (que encima no parece comercial) comience con la denominación de un tipo de vasija. Me refiero a kulf.20.1 BI). El texto comienza como: kekuleśbelauŕte … Es mucho más probable que, al menos la secuencia kuleśbelauŕ, sea un NP y no un tipo de vasija. Lo mismo podemos decir del plomo (RAN12,p55.Pech-Maho (plom2) que igualmente comienza con kuleś. En este caso, kuleśkuŕke, o sea, kuleśkuŕ + sufijo -ke (DAT), “A kuleśkuŕ”… O bien, kuleśkuŕke como NP.

    Un cordial saludo,
    Georgeos
    https://www.facebook.com/IBERICOEURASIATICO/

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