Bernat habla sobre la importancia de la obra de Larramendi. No tenemos constancia de que Sabino Arana se posicionase sobre el vascoiberismo. Por tanto habría que diferenciarlo de sus seguidores.
Bernat Mira Tormo
Autor de: “De la antigüedad y universalidad del Bascuence en España (Salamanca, 1728)”.
“El Imposible vencido. Arte de la lengua vascongada (1729)”.
“Diccionario Trilingüe del Castellano, Bascuence, Latin (1745)”.
Larramendi, tuvo una gran influencia en Pedro Pablo Astarloa, autor de Apologia de la Lengua Bascongada, 1803. En Wilhem von Humboldt, considerado el padre del vasco-iberismo, y en Lorenzo Hervás Panduro, considerado el padre de la lingüística comparada.
Antonio Tovar decía, que no podía comprender como lingüistas tan prestigiosos como Humboldt y Hérvas, quizás los mejores del mundo en su tiempo, haceptaran haciéndolas suyas las tesis de Larramendi.
Tovar tampoco podía comprender la tesis de Larramendi, de que el latín no fuera una lengua matriz y menos aun que el latín debiera al vasco o al ibérico, gran parte de su léxico, como creía Larramendi.
Larramendi fue también el primero que vio el vasco en la toponimia italiana, principalmente en sus grandes islas. Y de Larramendi era también la idea, de que el diccionario de español, no servia para nada, porque no reflejaba la gran cantidad de léxico vasco que tenía la lengua castellana.
Claro que Tovar, tampoco veía ninguna relación entre el vasco y el ibérico.
En esto coincidia totalmente Tovar, con los seguidores de Sabino Arana, a los que tampoco les hacia ninguna gracia que el ibérico y el vasco tuvieran el mismo origen, así, que el apoyo era mutuo. Al que pilló en medio fue a Michelena, que sí que sabía vasco. Domingo Fletcher, me mostró listas de comparaciones de palabras vascas e ibéricas, que había hecho Michelena. Michelena nunca negó la posible relación entre el ibérico y el vasco, sabía demasiado vasco para ello, pero el que mandaba era Tovar.
Y por lo que vamos viendo en la toponimia cada día, está claro que Larramendi tenía razón. Y que Tovar y compañía, no se enteraron de la película.
Otro gallo nos hubiera cantado, si se hubieran difundido y estudiado a fondo los estudios de Larramendi sobre el vasco-iberismo.
Ha sucedido todo lo contrario, cuando algunos escriben de los trabajos de Larramendi, me recuerdan los dos tomos que compre de el CAPITAL de Carlos Marx, de la editorial EDAF, a mediados de la década de los años 60, del pasado siglo, empezabas el primer tomo con una amplia exposición de lo que pensaban los “economistas” de aquí y en aquella época, de Carlos Marx y de su conocido libro el CAPITAL.
Algo similar me parece percibir en el caso de Manuel Larramendi, (Andoain 1690-1766 Azpeitia). Ahora que se han cumplido 250 años de su fallecimiento, me gustaría que se publicaran “todas sus obras”, como homenaje a su gran labor, no muy reconocida “todavía” por la mayoría de las voces autorizadas y académicas, tanto del Estado Español, como del País Vasco, que curiosamente son aliados interesados. En que no se aclare la cosa.
En definitiva tanto a los seguidores de Sabino Arana, como a los que siguen las tesis académicas de Antonio Tovar y compañia, no les interesa que se divulguen las tesis vasco iberistas. Porque ellos han estado contándonos y siguen en ello, unos cuentos infumables que nos han predicado y siguen predicando inútilmente todavía, por que ni los piojos ni los topónimos se pueden esconder.
Jabi Goitia
Bernat, como es frecuente, estoy de acuerdo con tus razonamientos. Hace unos 8 años, tardé un invierno completo en leer y analizar el Diccionario Trilingüe de Larramendi, que conseguí a través de Sancho el Sabio.
Aunque era evidente que había aspectos de desacuerdo, principalmente porque la ciencia del XVIII estaba muy lejos de la actual y el efecto de la Biblia era notorio, la obra en general merecía un reconocimiento que se ha ignorado, tapado por las academias. Este hombre, con un conocimiento profundo de Latín, Italiano, Francés, Castellano y Euskera, da de lleno en la clave de la evolución de la lexicografía de las lenguas occidentales y es imprescindible su recensión para cualquier trabajo que esté “alejado de ideologías” como la latinomanía.
Miércoles, 11. Octubre 2017
“En este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”