La lectura de este texto de Lander es muy interesante, porque la euskaldunización tardÃa que están impulsando aquà el Ministerio de Cultura español y sus amigos es un calco de la de los franceses.
En el texto de Lander, en nuestra humilde opinión, hay un pequeño error: si hay una similitud entre el euskera y el ibérico, que vemos en los números y en muchas palabras. Lo que les ocurre es que crearon celtÃberismo para dejar al margen el ibérico y el euskera, es decir, la cultura de los pueblos originarios de la penÃnsula, y con ello poder difundir la cultura de los invasores, ya sean celtas, romanos, visigodos o musulmanes.
“Resuelto el misterio: los vascos venimos de Marte”
Estamos acostumbrados a que se hable sobre la vasconización tardÃa (en versión española), que indica que el euskera se empezó a hablar en la penÃnsula en el siglo VI d.C., y que esta lengua procede de Gascuña. TeorÃa que, incluso, lleva al extremo de indicar, que los mismos vascones de Navarra, de los cuales proviene la palabra vasco, es muy posible que fueran de lengua celta.
Pero se nos olvida que, en Francia, también existe esta teorÃa (ya que tienen las mismas necesidades de cocinar mitos histórico-polÃtico-identitarios que los de la versión española), pero, en este caso, en versión opuesta, es decir, que el euskera procede de España y que no se habló en Francia hasta el siglo VI d.C. Es la versión que se enseña generalmente en Francia en las escuelas, en los libros de texto, y que aparece, por ejemplo, en esta web de la academia de la lengua occitana, ayudada económicamente por el ayuntamiento de Toulouse, y cuyo objeto es acabar con el “mito” de que los gascones (palabra que procede de vascón) surgieron de la romanización de vascos, queriendo con ello anular todo pasado vasco de Gascuña (topónimo que procede de Vasconia) e integrar a los gascones, de esta manera, en una cultura de origen galo-romano, acabando asà con el debate de que los gascones dicen que ellos hablan gascón y no occitano.
La historiografÃa francesa constituye su pueblo desde una evolución de los galos, de la Galia, y los vascos sobran en ese origen homogéneo. En España, por ejemplo, no existió eso, porque se englobó históricamente lo vasco en lo Ãbero, y los celtas no eran más que invasores que conquistaron territorios Ãberos y surge lo celtÃbero, la versión española de la Galia, la Celtiberia. Es cuando se descifra el signario ibérico, y se demuestra que la lengua Ãbera y la vasca no tienen relación, que lo vasco comienza a estorbar, como ocurre en Francia, y una teorÃa abandonada, como la de la vasconización tardÃa proveniente desde Francia en el siglo VI d.C., es recuperada del baúl y vuelve con renovadas fuerzas…
¡Curioso que siempre se utilice la palabra mito, a ambos lados de los Pirineos, para demostrar que las tierras de cultura vasca eran de otra cultura diferente a la vasca!
Por tanto, si en el siglo VI no se hablaba euskera, ni en España ni en Francia, considero como más factible que los vascos fuimos teletransportados en el siglo VI d.C., a España y Francia, desde Marte, a través de varios Tchapa Hay (“Puerta de las Estrellas” o en inglés “Star Gate”, para los que desconozcan el egipcio antiguo).
Lander