En el capÃtulo 11 se critita que no de importancia a la toponimia aquitana:
11. El método de trabajo de Lakarra no parece dar importancia a los datos de la onomástica aquitana
Para eihar se propone una evolución desde el latÃn cremare ‘quemar’ (Lakarra 2011: 106). No se dice nada acerca de la aparición en la Tabula Contrebiensis del antropónimo [ ]eihar, unánimemente aceptado como vasco arcaico por la presencia de H. La semejanza entre este nombre de persona y la palabra vasca al menos merecerÃa algún tipo de reflexión. Para admitir como posible la etimologÃa de Lakarra, como mÃnimo se deberÃa demostrar que este nombre, datable con seguridad en el año 87 a.C., no tiene relación alguna con el eihar vasco, ya que si hubiese alguna vinculación por pequeña que fuera, la hipótesis de un préstamo latino quedarÃa anulada al instante. Junto a todo lo dicho, ya sólo por razones fonéticas la evolución cremare > eihar es harto improbable.