Lakarraren artikulua ikusita, Eduardo Orduñak artikulu berri bat egin zuen 2011n: Los numerales_ibéricos_y_el protovasco. Bertan honako hau esan zuen, besteak beste:
Este trabajo es una réplica al artÃculo de Joseba Lakarra (2010), publicado en Veleia 27. Se intenta aquà demostrar que no existe incompatibilidad entre los numerales ibéricos propuestos en orduña (2005) y Ferrer i Jané (2009) y el protovasco, al menos en lo que tiene de más sólidamente establecido.
Además, algunas de las etimologÃas propuestas por Lakarra son altamente improbables, por implicar una formación tardÃa, que choca con el carácter vasco común de todos los numerales vascos.
En un artÃculo reciente (Lakarra, 2010), J. Lakarra ha presentado un intento de refutación de la propuesta presentada en Orduña (2005), ampliada por Ferrer i Jané (2009). Esta propuesta consistÃa en la identificación de una serie de elementos léxicos ibéricos como léxico numeral, y tenÃa como apoyo, por un lado, el parecido o casi identidad de esos elementos léxicos con algunos numerales vascos, y por otro su aparición en contextos favorables a la presencia de numerales.
La principal novedad respecto a identificaciones anteriores de léxico numeral ibérico con el vasco era la identificación de las dos decenas, abaÅ• y oÅ•kei (respectivamente con vasco (h)amar y (h)ogei), que al combinarse con las unidades en el orden decena-unidad esperado, hacÃan muy remota la posibilidad de un parecido casual. Por este motivo, en mi propuesta original me limité a los numerales complejos. Poco después, en Orduña (2006, 403) propuse una nueva unidad (ilun = 3) de las tres que faltaban (1, 3 y 9), además de proponer la identificación de alguna nueva secuencia metrológico-numeral, como ota-lau (G.7.2).
Posteriormente, Ferrer i Jané2 dedicó la mayor parte de su ponencia en el Coloquio de Lisboa a mejorar y ampliar mi propuesta, fundamentando el valor propuesto para algunas unidades en datos numismáticos. En ese trabajo se recogen exhaustivamente todos los posibles numerales identificados hasta el momento (salvo ilun), incluyendo esta vez numerales simples. Además, Ferrer i Jané identifica nuevas unidades (ban y irur, que corresponderÃan a bat y (h)iru(r), respectivamente, y obtiene nuevos numerales complejos gracias a lecturas mejoradas de algunas inscripciones, en algún caso a partir de autopsia. Es decir, que no sólo se trata de una hipótesis infinitamente predictiva, sino que además, a pesar de la escasez de textos ibéricos aparecidos desde entonces, ya ha empezado a ser productiva.
Una caracterÃstica importante de los trabajos mencionados es que, pese a las evidentes dificultades, ambos cumplen con un requerimiento tradicionalmente exigido a las comparaciones vascoibéricas, esto es, presentan indicios dentro del propio ibérico que hacen no sólo verosÃmil sino hasta probable el carácter numeral propuesto. En orduña (2005) intenté además justificar la compatibilidad de los numerales propuestos con el protovasco de Michelena, que es al que, por su cronologÃa y por la solidez de su reconstrucción, debe atenerse un iberista.
Dado que Lakarra no hace mención en su trabajo de los argumentos intraibéricos que apoyan la propuesta, me limitaré aquà a hacer algunas observaciones a los argumentos que, según él, hacen imposible una relación, sea genética o de préstamo, entre los numerales de ambas lenguas, aunque en el apartado dedicado a hogei hago algunas nuevas propuestas de numerales ibéricos. No trataré el tema del ibérico como lengua vehicular, que Lakarra presenta como hecho establecido, pese a su evidente carácter hipotético, y que tampoco supondrÃa, a mi juicio, un obstáculo insalvable para una relación vasco-ibérica.