El misterio de los topĂłnimos vascos I (los pueblos del final de los valles y el morfema ES-)
Al estar cerrada al norte por el puerto de la Bonaigua y al sur por el desfiladero de Collegats, en la comarca del Pallars SobirĂ siempre hemos vivido un poco aislados y podemos presumir (o no) de reducto de muchas cosas. Por ejemplo, mientras que en la mayor parte del Pirineo el euskera ―que se habĂa hablado en gran parte del área pirenaica― era sustituido por el catalán, el francĂ©s, el castellano, el navarro-aragonĂ©s o el occitano, en el Pallars hasta el año mil todavĂa habĂa quien lo hablaba. Por ello, a diferencia de otros lugares, en esta comarca han pervivido unos nombres de lugar que son unos autĂ©nticos fĂłsiles lingĂĽĂsticos. De hecho, deberĂan ofrecernos mucha informaciĂłn de cĂłmo se hablaba pero, desgraciadamente, la mayorĂa no se sabe quĂ© significan y levantan discusiones airadas entre los etimĂłlogos.
Como que he estudiado filologĂa, me gustan los mapas, me gusta andar y vivo en el Pallars SobirĂ , hace tiempo he detectado algunas curiosidades. Por ejemplo, si observamos un mapa de la comarca, veremos que la mayorĂa de los pueblos situados en el fondo de los valles comienzan por “ES-” : Es–cĂłs, Es–tac, Es–cĂ s, Es–cart, Es–taron, Es–terri de CardĂłs, Es–taon, Es–taĂs, Es–pot, Es–terri d’Àneu. En otros lugares de los Pirineos sucede lo mismo, como en el caso de Es–pui, Es–pill o Es–tĂłs, por citar sĂłlo algunos. Coromines, en su Diccionari etimològic, ya comenta que “esto-” tiene un sentido de “cerrado”, pero no detecta esta curiosidad.
El euskera es una de las lenguas más antiguas del continente europeo. Se dice que viene de la edad de piedra y que no tiene relaciĂłn con ninguna otra lengua del mundo. Sin embargo, lo que ahora interesa destacar es que es una lengua aglutinante, es decir, que sus palabras se forman a partir de unir morfemas. Y un morfema es una unidad mĂnima con significado. Por lo tanto, podemos deducir que los topĂłnimos del Pallars SobirĂ están formados por morfemas, lo que abre un juego de posibilidades muy divertidas. Por ejemplo, si el morfema “ES” tiene el sentido de “final del valle” , el morfema “CA” tiene el sentido de “pared” y los morfemas “AR” y “R” tienen el sentido de “entre”, y sabemos que Escart es un pueblo al final de un valle, caracterizado porque a su lado hay una gran pared en donde cuelga la ermita de la Mare de DĂ©u de la Roca, podemos suponer que Es-ca-rt significa algo parecido a “final del valle- pared- entre”.
―¿DĂłnde vives? ―debĂan preguntar los pallareses hace dos mil quinientos años .
―Vivo en el final del valle, entre paredes.
ÂżConocĂ©is el pueblo de Bresca? Está en lo alto de una pared en donde, por cierto, se han abierto algunas vĂas de escalada. ÂżNo os llama la atenciĂłn que tambiĂ©n tenga el morfema “CA”? Por lo tanto, si tenemos en cuenta que “cabeza” en euskera actual se llama “buru”, Bresca podrĂa venir de “B(u)r(u)esca”, que significarĂa “cabeza-pared”:
―¿Dónde vives?
―En la cabeza de la pared.
Bueno, otro dĂa podemos jugar con los morfemas –erri, –arri, –arre, –orre (Ginest–arre, Isav–arre, Escal–arre, Est–erri, G–erri, Un–arre, Bonest–arre, Llad–orre…), –à (Aid–Ă, Beran–Ă, Llavors–Ă…), Al– (Al–ins, Al–ós, Al–tron…), –ós (Al–ós, Esc–ós, Cassibr–ós, Ara–ós, Arr–ós, Berr–ós, Lladr–ós, Card–ós…) o –ui (Arest–ui, Balest–ui, Bress–ui, Esp–ui, Lless–ui, Menc–ui…). Mientras tanto, si os querĂ©is ir inspirando, podĂ©is hojear los nueve volĂşmenes del Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana, de Joan Coromines. ¡Seguro que lo pasarĂ©is en grande!
(ArtĂculo de opiniĂłn de NĂşria Garcia Quera, publicado en www.pallarsdigital.cat)
(También encontrarás alguna referencia sobre topónimos en Nou viatge al Pirineu, escrito por la misma autora)
(Más información en El misteri dels topònims bascos II)