En la revista Fontes Linguae Vasconum (https://revistas.navarra.es/index.php/FLV/article/view/3652/2588) han publicado varias ponencias de diversos investigadores sobre la Mano de Irulegi, la mayor parte elaborada por profesores de la Facultad de Letras de la UPV. La mayor parte de ellos dicen, en resumen, que en su opinión el texto de Irulegi no está escrito ni en euskera ni en ninguna lengua que tenga relación con ella.
Los argumentos del profesorado de la UPV son muy discutibles. Por ejemplo, Lakarra dice que no se puede afirmar que dicha palabra haga referencia a la palabra “zorion-felicidad”, porque esta forma es más tardía que el escrito de Irulegi. Hay que remarcar que lo que se enseña en la Facultad de Letras son las teorías que han elaborado Mitxelena y Lakarra, todavía gran parte sin comprobar, ya que hemos tenido muy pocas inscripciones antiguas en euskera. Por lo tanto, a medida que aparezcan más inscripciones, estas teorías deberían ser adaptadas o corregidas y no decir que en base a esas teorías no pueden aparecer ciertos textos en euskera.
Por otra parte, los profesores Manterola y Mounol han investigado la palabra “sorioneku” en relación con la evolución fonética de las palabras “lekuine, eskuin y aitoa” y concluyen que la primera palabra de la mano de Irulegi no ha seguido la misma evolución. Todos somos conscientes de la existencia de irregularidades en todas las lenguas y por ello decir que “zorioneku” no es euskera nos parece ir contra toda lógica.
Por otro lado, Mikel Martínez-Areta afirma que no se puede construir un puente entre la lengua que aparece en la Mano de Irulegi y el euskera que aparece siglos después. Pero debemos aclarar que muchos investigadores han realizado sus propuestas de interpretación de la Mano de Irulegi desde el euskera a partir del Diccionario General Vasco (Orotariko Hiztegia). Lo que pasa es que hay que conocer muy a fondo los dialectos para saber que “kebe” significa “hemen” (aquí), etc.
Por último, Velaza y Gorrochategui nos dicen que hay unos trazos junto a las letras realizadas con orificios, y que en esos trazos aparecería “sorioneke”. En nuestra opinión la última versión, la que se ha escrito en realidad, es la que debemos tomar por válida, es decir, “sorioneku”. Y si dicha inscripción se hubiera encontrado en Marruecos tal vez se podría dudar de dicha lectura, pero dudar de esta lectura en un escrito encontrado en Euskal Herria creemos que no tiene buenas intenciones.
Es imprescindible conocer algunos estudios para poder observar este tema desde una perspectiva más amplia. Por ejemplo, en la conferencia “Palabras vascoibéricas en lápidas de toda la península”(http://euskerarenjatorria.eus/wp-content/uploads/2019/03/06-Mintegi.pdf) vimos que en los siglos I, II, III aparecen muchas palabras en euskera o en ibérico hasta Portugal. Estas han aparecido en la zona que a través de la enseñanza oficial ha dicho que es la zona celtíbera y por lo tanto, lo que hay que poner en duda es qué hay detrás de esta “celtiberia”: ATTA (Guadalajara, Portugal…), ATTAEGINA (Extremadura), AMMA (Portugal, León, Salamanca, Zamora…), AMOENA (Extremadura, Portugal…), LETONDO (Portugal, Soria…), EGUSCO y EGUZCINI (Zamora), IBARRA (Extremadura), SESENCO (Soria)…
Estas no son teorías, sino evidencias científicas. A la vista de esto, ¿cómo se atreven a decir aquí que el euskera es una lengua venida a EuskalHerria tardíamente y que aquí se hablaba celta, si toda la zona donde dicen que se hablaba celta -todo el oeste de la península- está plagado de palabras vascas o ibéricas?
Pero hay más evidencias científicas de que el euskera y el íbero compartieron algunos términos y no sólo la grafía, como en Irulegi, por ejemplo los números. (https://www.youtube.com/watch?v=fTm0RATxAqY). Y por lo tanto, que Irulegi esté en euskera es totalmente normal. Los profesores Orduña y Ferrer corroboraron que los números en íbero y en euskera tienen la misma procedencia. Ante esto, Lakarra y De la Hoz nos dijeron que no, que no hay conexión. ¿Tú qué crees? BAN, BIN, IRUR, LAUR, BORSTE-BORS, SEI, SISBI, SORSE, ABAR-BAR, ORKEI (VEINTE).
Pero las evidencias no han terminado y ahí tenemos Iruña-Veleia, yacimiento que ha sufrido estos meses, por cuarta vez, la destrucción de varias zonas con la excavadora. Las palabras que aparecieron ahí, 16 años después, siguen sin datarse en laboratorios europeos. Utilizando pruebas científicas que cuestan menos de 3.000 euros podríamos datar los textos que tienen restos de hollín, los que están escritos en ladrillos antes de su cocción, las palabras cubiertas de carbonato cálcico… Pero ni ellos quieren hacerlo, ni quieren que nadie lo haga, porque las teorías de algunos filólogos vascos y la vasconización tardía se les irían a pique.
Hay que decir, que en estos momentos hay una importante confrontación ideológica. El Estado español, a través de la Academia de La Historia y de sus colaboradores de aquí, está intentando desvalorizar nuestra lengua (que la mayor parte la ha tomado de otras lenguas…) o difundir la vasconización tardía (en los libros escolares, en el documental de ETB…). Su objetivo es minusvalorar el euskera o decir que es una lengua impuesta ya que, en su opinión, suplantó la lengua celta. Los vascos deberíamos ser conscientes del alcance que puede tener este ataque encubierto y quiénes lo están impulsando.
Por último, queremos recordar que en la jornada de Euskeraren Jatorria celebrada en octubre se mostraron las 17 propuestas de interpretación que hemos recogido hasta ahora sobre la Mano de Irulegi. Muchos autores lo interpretan desde el euskera, otros desde el íbero o desde las dos lenguas, y uno desde el “celtíbero”: http://euskerarenjatorria.eus/?page_id=41514
¡No, la Facultad de Letras de la UPV/EHU no nos robará “Zorioneku” como nos ha querido robar Iruña-Veleia!
Asociación Euskeraren Jatorria