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• Miércoles, Julio 25th, 2018

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El ADN

Luigi Luca Cavalli-Sforza, fue el precursor en la lectura de la evolución humana mediante las moléculas celulares. Analizando proteínas de los grupos sanguíneos de diversas poblaciones del mundo determinó con cierto grado de aproximación el árbol genealógico humano. Los posteriores análisis con técnicas más sofisticadas y ADN confirmaron sus cálculos. Luego vendrían los trabajos de su equipo en la Universidad de Stanford con el ADN del desparejado cromosoma masculino Y, mientras en Berkeley el equipo de Allan Wilson localizaba a la denominada Eva mitocondrial.

Cavalli-Sforza estudió también la evolución cultural y las relaciones existentes entre los genes, los idiomas y los pueblos. Los genes parecían acompañar a las lenguas o viceversa. Allá dónde había fronteras lingüísticas generalmente las había también genéticas. En su opinión: “Cabe destacar que la región que mejor podría representar a los descendientes de los primeros europeos de la época en que llegaron los neolíticos es la de los vascos. Este pueblo habla una lengua muy distinta de la de la mayoría de las poblaciones europeas, que pertenecen a la familia llamada indoeuropea. La hipótesis ya había sido sugerida en los trabajos de Etcheverry, Mourant y Ruffié, publicados en las décadas de 1940 y 1950. Nuestro análisis está totalmente de acuerdo con esa suposición, y revela que es bastante probable que los vascos desciendan directamente de los paleolíticos (y de sus sucesores mesolíticos) que vivían en el suroeste de Francia y el norte de España antes de la llegada de los neolíticos.

Steffen Openheimer, director del departamento de Biología Molecular de la universidad de Oxford, Inglaterra, basándose en muestras de ADN analizadas en 10.000 personas, afirmó en el año 2006: “En el fondo, esta es una historia muy sencilla, porque los hombres hacen lo mismo que los animales y las plantas: durante las glaciaciones bajan al Sur y cuando los períodos glaciares cesan, vuelven a subir al Norte. Durante la última gran glaciación, los principales refugios fueron la región vasca, Italia, los Balcanes, Moldavia y Ucrania. Cuando los hielos comenzaron a remitir, hace unos 15.000 años, tal como hicieron los animales y las plantas, también los cazadores y recolectores de la época comenzaron las migraciones hacia el Norte. Desde Ucrania se dirigieron hacia Rusia, desde los Balcanes subieron el Danubio, desde el País Vasco fueron remontando la costa atlántica y se dirigieron hacia Francia y las Islas Británicas (…) teniendo en cuenta la totalidad de la población de las islas británicas, el 75% tiene sus orígenes en la población procedente de la región vasca, cifra que se eleva al 90% en el caso de Irlanda y desciende hasta los dos tercios si la referencia es Inglaterra. La huella genética vasca es también relevante en Francia pero, si cruzas el canal crece enormemente. La imagen genética de esas personas que remontaron la costa atlántica está mejor conservada en las islas, porque cuando el nivel del mar subió las convirtió en una especie de cápsulas del tiempo de aquella migración inicial (…) en las décadas de 1940 y 50, Mourant y Watkins presentaron trabajos genéticos al respecto. Ellos sugerían algo parecido, aunque centrándose en los grupos sanguíneos. Así que, concluimos que la población de Europa occidental es muy antigua y no ha cambiado demasiado. Y sin lugar a dudas, es infinitamente anterior a la llegada de los celtas y a la invasión anglosajona. El profesor Venneman, que es lingüista, defiende que el idioma principal de aquella Europa occidental era un proto vasco, el antepasado de vuestro euskera actual (…)En el trabajo de Rosser, la población más cercana a los vascos está en Cornwall, seguido de cerca por el País de Gales, Irlanda, Escocia, Inglaterra, España, Bélgica, Portugal y el norte de Francia.”

A las mismas conclusiones han llegado investigadores contemporáneos de la talla de David Goldstein del University College de Londres y Dan Bradley del Trinity College de Dublin.

El genetista Spencer Wells, director del proyecto genográfico de National Geographics concluye que genéticamente los vascos son indistinguibles del resto de los Iberos. Hecho confirmado por el investigador de la Universidad Pompeu Fabras de Barcelona, Jaume Bertran Petit.

El 6 de marzo de 2012, National Geografic publicó un estudio más preciso en el que afirma que el patrón genético vasco tiene peculiaridades locales y que es anterior a la llegada de la agricultura a la península ibérica. El estudio, publicado en el American Journal of Human Genetics fue dirigido por Lluis Quintana-Murci, investigador principal del centro regional de Europa occidental del proyecto Genographic.

Las conclusiones publicadas por investigadores del famosísimo yacimiento de Atapuerca, basadas en el ADN nuclear, van en la misma dirección, haciendo hincapié en aspectos genéticos de otras poblaciones que los Vascos no poseen.

Sin embargo, la Biogenética sostiene que más del 99% del ADN es compartido por todos los seres humanos y que la pequeña fracción que nos diferencia es producto de las llamadas mutaciones.

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• Martes, Julio 24th, 2018

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La Serología

La nueva línea de investigación fue consolidándose con los aportes de nuevas ciencias como la Serología, que constató entre los Vascos una frecuencia muy alta del factor RH negativo y el grupo sanguíneo O.

La Biogenética

La Biogenética hizo y sigue haciendo aportes relevantes que consolidan la opinión científica mayoritaria respecto al origen de los Vascos en la cordillera Pirenaica.

Existen dos cromosomas que no se mezclan con los demás. Uno de ellos es un pequeñísimo filamento circular situado en un orgánulo de la célula, la mitocondria, que se hereda de madres a hijas. El otro es el cromosoma Y, aportado por el sexo masculino, el cual no está presente en las mujeres. Este cromosoma se transmite de padres a hijos, con un mecanismo similar al indicador de carácter cultural: el apellido. El cromosoma Y no se mezcla con el componente femenino manteniéndose sin cambios a través de las generaciones, a menos que sea modificado por mutaciones; las cuales, continuando con la analogía, son como los errores de transcripción que hacen diferente un apellido pero no ocultan que está emparentado con el original. Agerre-Guerra; Lakotza-La Cosa, Etxebeher-Javier, etc.

El apellido nos permite rastrear el origen de nuestra línea paterna hasta no más de unos cuantos siglos, pero puede conducirnos a errores graves, ya que, por ejemplo, muchos esclavos adoptaron el nombre de sus dueños cuando fueron libertados. Tal es el caso de dos venezolanos famosos, el pintor Vladimir Zabaleta y el político Aristóbulo Isturiz, fenotipos negroides o afro descendientes (denominación oficial en la Venezuela actual).

Para el cromosoma Y no hay límite de tiempo. Por esta razón es un excelente trazador, particularmente adecuado para contar la historia de las migraciones y de los contactos entre pueblos, siendo capaz de llegar a la más lejana prehistoria.

El haplotipo de ADN mitocondrial denominado U5 desarrolló variantes como U8a propia del País Vasco, el cual se considera de origen prehistórico, al igual que el J, también frecuente en la población vasca. Por otra parte, el haplotipo V que se encuentra actualmente entre los lapones y algunos eúskaros, procede de poblaciones europeas prehistóricas. En todo caso, el haplotipo del cromosoma Y denominado R1b, que se originó durante la última glaciación, hace por lo menos 18.500 años, actualmente es común entre la población europea y es más frecuente en el País Vasco(91%), Gales (89%) e Irlanda(81%).

Sabemos que los primeros humanos modernos (Homo sapiens) están presentes en Europa desde hace unos 45.000 años. La glaciación les obligó a retirarse a zonas donde existían recursos naturales y un clima propicios para el desarrollo de la vida. Los dos refugios más importantes fueron las penínsulas balcánica e ibérica. Cuando se retiraron los hielos, Europa central y septentrional fue repoblada desde aquellos refugios glaciales.

La actual población R1b del occidente de Europa descendería de la que pobló aquel refugio climático en la Península Ibérica donde habría surgido el haplogrupo R1b1c Durante la Oscilación de Allerød, hace unos 12.000 años, descendientes de esta población habrían recolonizado Europa occidental. La rara variedad R1b1c4 (R1b1b2a2c) ha sido encontrada casi siempre entre los eúskaros, tanto en la zona bajo dominio francés como en la que está bajo dominio español. La variedad R1b1c6 (R1b1b2a2d) registra una frecuencia alta entre los Vascos, 19%.

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• Lunes, Julio 23rd, 2018

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El Euskera

La Lingüística comenzó a iluminar el panorama en el siglo XIX. Expertos de la talla de Humboldt determinaron que la lengua vasca, el Euskara, no es de origen Indoeuropeo. La concordancia de fonemas con idiomas como el sardo, el proto turco y el armenio, así como la existencia de cientos de nombres de montes, peñas, ríos y poblaciones en el Viejo Continente, parece deberse a la existencia de un idioma europeo anterior a las invasiones Arias. En opinión de especialistas contemporáneos como Martin Haspelmath, Elisabeth Hamel y Larry Trask, el Euskara sería el único superviviente de aquel idioma común europeo.

Theo Venneman, que desarrolló su vida profesional en la Universidad de Múnich desde 1974 hasta 2005 y también fue profesor en las de Salzburgo, Libre de Berlín y Estatal de Nueva York; preguntado acerca del origen del Euskara, respondió: “Todas las lenguas tienen su origen en algún lado, muchas veces no sabemos dónde. Pero en la época que tratamos aquí, el euskara no había venido de ninguna parte, ya estaba aquí cuando llegaron las demás lenguas. Bajo este concepto el euskara es la lengua más antigua de Europa. Todas las otras lenguas son idiomas de extranjeros que vinieron del Este y que fueron tan influyentes, que pudieron imponer sus lenguas a los habitantes primitivos.”

La Fisionomía

En el año 1928, José Miguel de Barandiarán y Telesforo de Aranzadi iniciaron excavaciones arqueológicas en la cueva de Urtiaga, cercana a Deba en Gipuzkoa,  abriendo una nueva línea de investigación que desacreditaba la Teoría Migracionista. Las conclusiones de las investigaciones se sustentan en las mediciones de la base occipital del cráneo, denominada “Basión”, que en el caso de los Vascos va hacia el interior y en el resto de los europeos hacia el exterior, produciendo un abultamiento de la frente y un retraimiento de la barbilla.

Barandiarán lo explicó de este modo: “Estos datos nos sugirieron la idea de que el tipo vasco es resultado de la evolución local del hombre de Cro Magnon, operada desde el final del Paleolítico, cuando el clima, la alimentación y los modos de vida experimentaban honda transformación en toda Europa.”

El arqueólogo Jesús Altuna nos dice que el ser humano empieza a cambiar de aspecto en el Aziliense (10.000 a 8.000 a.C.), primer periodo de lo que se denomina Mesolítico: “Esto ha podido ser conocido mediante la serie de cráneos hallados en la cueva de Urtiaga. El cráneo más antiguo, perteneciente al Magdaleniense final, es del tipo de Cro-Magnon, pero muestra un comienzo de evolución hacia el tipo vasco. Los cráneos hallados en el nivel Aziliense de esta misma cueva son intermedios entre el tipo Cro-Magnon y el vasco”.

No solo fui alumno de don José Miguel de Barandiarán en la Universidad del Opus Dei de Pamplona sino que me honró con su amistad y fuimos colaboradores en la Sociedad de Estudios Vascos y el Grupo Etniker de Investigación Etnográfica de Navarra.

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