Trino Meseguer
Voy a traer a colación un documento ibérico que tiene una relación directa con la misma “ventana de tiempo” que la de los “ostraka” de lIruña-Veleia.
Porque evidentemente “bereter” vasco y “ber´eter´” ibérico proceden ambos del latín eclesiático “presbyter”. Y esa misma palabra aparece en un plomo ibérico de Tivissa, que no se encuentra en una antigua zona euscalduna sino en la actual Tarragona.
¿Como se come y se digiere esto? ¿Cómo se comen y se digieren los “ostraka” de Iruña-Veleia.
Este plomo fúnebre, aunque sucinto, presenta la típica ordenación por temas que viene repitiéndose sistemáticamente en todos los de su género, que son bastantes. Esa brevedad es muy esclarecedora ya que sus tres líneas completas de texto están, cada una, dedicada en exclusividad a cada uno de los tres aspectos principales que la liturgia terminal ibérica dictaba como ineludibles: 1º. la ceremonia de descarnación, incineración o entierro; 2º.la refección funeraria; 3º. las ofrendas a la deidad.
El plomo, por sus características físicas, parece representativo de una ceremonia modesta. Y, sin embargo, los tres aspectos de esa ceremonia no dejan de ser tratados, aunque sea tan en síntesis. Este hecho pone de manifiesto que habría una clase sacerdotal conociendo perfectamente un código de normas puestas en práctica sistemáticamente cuando llegaba la ocasión.
Y efectivamente, una vez más, nos aparece en el texto un sacerdote. Pero en esta ocasión el término ibérico que lo designa es diferente: beŕeter, correlato exacto de la debatida palabra euscara “bereter”, igual a “sacerdote” que ya aparecía en el famoso Codex Calixtinus. Y no se podrá decir, tampoco en esta ocasión, que el contexto donde nuestro término aparece no sea el apropiado.